Ence ha encabezado un ambicioso programa para el estudio del potencial y disponibilidad de biomasa en la Unión Europea, dentro del proyecto de I+D comunitario Cascatbel, cuyo objetivo es diseñar, optimizar y potenciar la producción de biocombustibles de segunda generación a partir de biomasas lignocelulósicas.

El trabajo de investigación desarrollado por Ence ha facilitado un detallado mapa de las posibilidades del continente europeo para la aportación de biomasa, una de las materias primas energéticas con mayor potencial de desarrollo en los próximos años gracias a su potencial para la sustitución del petróleo con combustibles renovables y autóctonos.

Cofundado en 2013 por la Comisión Europea y diecisiete entidades procedentes de diez países europeos, el proyecto Cascatbel permitirá desarrollar biocombustibles renovables con propiedades muy similares a los derivados directos del petróleo. Según explicó ayer Ence, este avance posibilitará una mayor implantación comercial de los biocombustibles basados en biomasa lignocelulósica, que no compite con la producción de alimentos, sin necesidad de nuevas infraestructuras y motores.