Emprendedor por vocación

Corren tiempos difíciles para la economía en todos los sentidos. No es el mejor momento ni para las familias ni para las empresas, ni para las grandes firmas ni para las que empiezan, pero es en esta coyuntura difícil en la que cobra mayor valor la aventura de aquellos que se inician en el siempre difícil mundo de los negocios. El ocio, el deporte y la cultura son campos tan comunes que a veces tienden a ubicarse en la propia rutina, sin que se preste la atención que corresponde.

Francisco José Hernández Salvador lo vio claro. Comprendió que en había un hueco que llenar en esa parcela y decidió de forma conjunta con su socio, José María Mora, iniciar un proyecto empresarial que busca su consolidación. Bajo las siglas Jofran no sólo habitan unos intereses empresariales, sino que hay toda una forma de entender las posibilidades que tiene el ocio y el deporte "como forma de vida y vehículos para la educación. Evidentemente somos una empresa y como tal buscamos un beneficio económico, pero no a cualquier precio. Nos unen muchas más cosas a este proyecto".

Partir con ayuda y respaldos generosos facilita los primeros pasos, pero no garantiza el éxito. En cambio, el trabajo, la dedicación y la profesionalidad sí que suelen traducirse en avances positivos, por más que los tiempos no sean los más propicios. Por ello, el mayor caudal de esta joven empresa es "la ilusión y las ganas de crecer y hacerlo bien de todos los que la integramos. Cuando alguien se suma a nuestro trabajo le ponemos una condición: que asuma como suya esta misma filosofía nuestra de cada día", señala.

En la actualidad Jofran tiene varios proyectos en marcha y otros en estudio, pendientes del visto bueno de aquellas instituciones que deben permitir su desarrollo. No obstante, "no corren buenos tiempos pero si se trabaja y se presentan alternativas serias siempre se sale adelante". A pesar de ello, "seguiremos adelante porque creemos en lo que estamos realizando".