Emprendedor, optimista y alegre

Sencillo, amigo de sus amigos, comprensible y joven, es como se considera este ayamontino de tan solo 40 años pero con muchas vivencias a sus espaldas. Es dueño del pub 'Papaya' desde junio de 1996, año en el que se aventuró a montar este negocio y que le ha llevado a ser el confesor de muchos de sus amigos, "la barra me ha dado mucha experiencia y escucho a los demás con la intención de poder ayudarles en todo lo que puedo".

La discreción es uno de sus fuertes pero al mismo tiempo nunca pasa desapercibido. Desde su local siempre intenta ayudar a los demás dentro de sus posibilidades, como es el caso de la Hermandad del Rocio de Ayamonte con la que colabora durante todo el año. Su vínculo con esta hermandad se intensificó a partir de que en junio de 1998 sufriera un aneurisma cerebral del que fue intervenido en el Virgen del Rocio de Sevilla, momentos en los que estuvo arropado por toda su familia, en especial de su esposa, Gema, quien sufrió junto a él los peores momentos de sus vidas. Una vez superada su enfermedadcomenzó a hacer el camino del Rocio y se identifica mucho con la Hermandad.

Su afición por la Semana Santa le llevó a fundar la Hermandad de Jesús Resucitado, de la que fue durante cuatro años hermano mayor, cargo que tuvo que dejar por su trabajo. Cada año por carnavales nos sorprende con la decoración del bar para lo que cuenta con la ayuda de su incondicional amigo Casti.

Tiene tres hijas, Carla, María y Lola de tan solo un año, a quienes les dedica el poco tiempo libre que su trabajo le permite. Confiesa que "en casa nunca tengo razón porque son cuatro contra uno, pero sin mi familia mi vida sería muy aburrida".

Bajo una apariencia de hombre serio se esconde una persona sinpática, agradable y sobre todo paciente, amante de todo lo que hace y de todo lo que le rodea. Incansable cuando se trata de defender sus ideas y aquello que cree justo y necesario para poder mejorar las cosas que en realidad le importan.