Huelva

Emigrantes vive una noche mágica

  • La Hermandad acogió anoche la presentación del cartel de Chema Riquelme, la exaltación de José Luis Fernández y el cante de su hija Rocío

El cartel de la presentación de la Hermandad de Emigrantes.

El cartel de la presentación de la Hermandad de Emigrantes. / S. H. (Huelva)

Cuando en nuestra ciudad suenan las palmas por Huelva es que algo extraordinario ha acontecido. Y eso es lo que ocurrió anoche en la capilla de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva en el paseo de la Glorieta con la presentación del cartel realizado por Manuel Rodríguez Riquelme, conocido por todos como Chema Riquelme, la exaltación del ex presidente José Luis Fernández Romero y la preciosa voz de su hija Rocío, que embelesó a todos los asistentes y seguro que también a los miles de seguidores de las redes sociales de la filial rociera.

Iniciaba la noche la secretaria de la Hermandad de Emigrantes, Carmen Benito, quien el presidente Francisco José Garrido eligió para que diera lectura a su presentación, a la que no pudo asistir debido a problemas familiares que esperamos y deseamos que Nuestra Madre la Virgen del Rocío, proteja a toda su familia, principalmente a su esposa, en este trance que ha querido que vivan.

Sus primeras palabras fueron: “Ya son las dos primaveras robadas. Dos años en que nuestro Simpecado no desandará los senderos. Dos lunes en que el sol de la mañana no iluminará la cara de la Reina de las Marismas en su paso por la aldea. Serán dos años de ausencia”.

Seguidamente Benito cedió la palabra al creador de la excelente obra que este año de cincuentenario anuncia la celebración de Pentecostés 2021. Chema Riquelme desgranó su espléndida obra realizada en técnica mixta: acrílico, óleo, lápices de colores, grafito, rotuladores y con una dimensión de 90x70, donde podemos distinguir una infinidad de detalles que el autor onubense define diciendo que “he buscado un breve recorrido por la historia de la hermandad, desde su creación en Alemania, sus inicios en Aljaraque, y su paso por la calle Blanca Paloma. La composición es muy dinámica buscando colores alegres. El gráfico envuelve toda la pintura. Y un juego de elementos escondidos le da sentido a los 50 años de la hermandad y la pandemia que estamos viviendo y el homenaje de todos aquellos que fueron llamados a la Marismas Eternas”.

El hermano mayor de Emigrantes, José Antonio Ortiz Morano, fue el encargado de dar paso al exaltador de la noche, José Luis Fernández Romero, ex presidente de la entidad desde los años 1997 al 2003, y a su hija Rocío quien ponía su don de su maravillosa y rasgada voz a una noche que su padre nos llenaría de recuerdos, emociones, sentimientos, hermanos y hermanas, generaciones que han hecho posible estos 50 años de Emigrantes. Pero antes de iniciar su exaltación el vocal de Culto y Espiritualidad José Antonio Gallardo Arroyo dirigió el rezo del Angelus por todas las personas, familiares, hermanos, devotos que sufren las consecuencias de esta pandemia.

La exaltación comenzó con la mágica voz de Rocío, que curiosamente, es profesora de baile flamenco, y su cante solo lo muestra en ocasiones especiales, sobre todo cuando su padre ofrece un pregón o exaltación, donde casi siempre le acompaña. Los temas de los que todos pudimos disfrutar fueron ‘Una concha es mi medalla’ (letra, y música de José Luis Fernández Romero); ‘Jardinero de Emigrantes’, (letra, José Luis Fernández Romero y música, Sebastián Pérez Márquez); y ‘Emigrantes, carros con flores, (letra, José Luis Fernández Romero y música, Sebastián Pérez Márquez). Este último, su marido, que puso los sones de guitarra a una noche que Rocío, junto a su progenitor la hicieron única.

A continuación tomó la palabra el exaltador José Luis, señalando “felicidades, muchas felicidades a la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva por su cincuentenario y gracias a las muchas personas que durante estos 50 años trabajaron incansablemente dando lo mejor de cada uno para que la hermandad celebre esta efeméride”.

Fernández hizo alusión y destacó “los momentos más importantes, que son muchos, y todo lo bueno que posee Emigrantes” y “que a lo largo de estos 50 años ha ido creciendo y engrandeciendo”.

Realizó una crónica exhaustiva desde su nacimiento allá en la ciudad alemana de Bocholt, su llegada a Huelva, el refugio de su primer Simpecado, obra de Matías Aceitón, en una casa de la calle Blanca Paloma, su traslado a Aljaraque donde en 1970 comenzarían los primeros pasos para convertirse en hermandad, su traslado al barrio de las Colonias junto a nuestra querida cofradía de La Lanzada y Nuestra Señora de los Dolores. En 1971 sería su primera romería, amadrinada por la Hermandad de Rociana, gracias a su presidente Leovigildo, alcalde de Aljaraque, natural de esta localidad. No olvisó la gran labor social que ha realizado durante estos 50 años Emigrantes, su llegada al paseo de las Glorietas, donde se encuentra actualmente su sede y que esperamos que en muy poco tiempo se pueda culminar completamente la casa de hermandad.

Llegaba el final de tan precioso recorrido remarcando la tristeza de nuestra Madre y su Pastorcito Divino por la actual situación que estamos padeciendo para manifestar que “tendremos que esperar”. Para continuar solicitando paciencia “porque desde el balcón de los cielos que mira hacia las marismas se está pintando un Rocío con acuarelas distintas, sobre todo gris oscuro, destacando los colores apagados, sin carriles ni carretas, sin lirios y sin Simpecado”.

Las palmas por Huelva volvieron a sonar en la capilla de Emigrantes y la noche finalizaba con el canto de su Salve y los vivas del hermano mayor de la filial rociera José Antonio Ortiz Morano a la Virgen del Rocío, la Blanca Paloma, la Reina de las Marismas, su Pastorcillo Divino y la Hermandad de Emigrantes”.

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