Huelva

El CEUS levanta el vuelo con la mira puesta en noviembre de 2023

  • Comienzan las obras de tala y desbroce en el paraje La Atalaya de Moguer que se prolongarán durante tres meses

  • En marzo de ese año estarán la mayor parte de la construcción de instalaciones

Los representantes de todas las instituciones y administraciones de la provincia estuvieron presentes en el acto de inicio de las obras.

Los representantes de todas las instituciones y administraciones de la provincia estuvieron presentes en el acto de inicio de las obras. / Josué Correa (Moguer)

En muchas ocasiones se abusa del término “momento histórico” para referirse a algún acontecimiento. Ayer, esas dos palabras fueron unánimemente pronunciadas por representantes del Gobierno central, la Junta de Andalucía, ayuntamientos e instituciones para referirse a la puesta en marcha de las obras del Centro de Ensayos de Vuelos no Tripulados (CEUS) que se desarrolló en el paraje La Atalaya de Moguer. Diez años después de que la ministra de Defensa,Carme Chacón hubiera relacionado esas siglas con la provincia de Huelva y después de meses de intenso trabajo hasta conseguir la financiación necesaria, por fin esa expresión adquirió todo su sentido.

Fue el Teniente General José María Salom, director general del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) en el Centro de Experimentación de El Arenosillo (Cedea) el encargado de dar a conocer un proyecto “por el que se lleva luchando desde hace diez años y que, por fin, podemos decir que no tiene vuelta atrás, por lo que les emplazo a que dentro de dos años, nos volvamos a reunir para asistir a su inauguración oficial. En noviembre de 2023 este centro estará terminado y certificado”. A su juicio, “el proyecto CEUS es el más importante de mi vida, un hecho histórico para el INTA, hecho en medio de grandes dificultades. El centro se va hacer y las posibilidades que presenta son infinitas”.

Curiosamente, su presentación ante las autoridades comenzó con la imagen de un fracaso. Fue la que aparecía con el consejero de Transformación Económica, Rogelio Velasco, en las mismas instalaciones del Cedea, para la firma de un convenio para un proyecto que no se iba a llevar a la práctica. Fue en septiembre del año pasado, con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a punto de caducar, algo que finalmente sucedió. “Desde el día siguiente, empezamos a trabajar con la vista puesta en llegar hasta el día de hoy (por ayer).Se mantuvieron reuniones con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y con su director general, Javier Ponce, hasta que en el mes de enero tuvimos la posibilidad de conseguir esa financiación”.

El Teniente General Salom en la explicación previa de los detalles del proyecto CEUS a las autoridades. El Teniente General Salom en la explicación previa de los detalles del proyecto CEUS a las autoridades.

El Teniente General Salom en la explicación previa de los detalles del proyecto CEUS a las autoridades. / Josué Correa (Moguer)

El general recordó como “en el mes de abril solicitamos una nueva DIA ante el Ministerio de Transición Ecológica y comenzamos los trámites para cerrar todos los trámites relativos al proyecto. Al final conseguimos que se aprobara la DIA en octubre y unos días después firmamos un convenio con el CDTI para asegurar esa financiación. Vamos justos de tiempo, pero por fin, las obras pueden iniciarse”. Salom apuntó directamente al mes de noviembre de 2023 como la fecha en la que “todo estará listo, la pista de aterrizaje construida y los hangares en funcionamiento.El CEUS será entonces una realidad”.

No obstante todavía queda un trámite por resolver. Los terrenos en los que se asienta el CEUS son todavía propiedad del Ayuntamiento de Moguer. Falta la firma del convenio de venta entre el Consistorio y el INTA para proceder a su venta efectiva. Quedaba el trámite de la valoración del Ministerio de Hacienda de los 600.000 euros que los técnicos habían valorado la operación. Al final, el montante global de la operación es de unos 400.000 euros y hasta que se lleve a cabo la firma efectiva, se ha producido una cesión en precario para que puedan comenzar las obras.

Dos años de camino

¿Qué es lo que queda hasta ese momento? Lo primero terminar lo que ayer se inició. Los trabajadores de la empresa pública Tragsa, lleven a cabo las tareas de tala y desbroce de las 75 hectáreas en las que se asentarán las infraestructuras del CEUS. Comenzaron el pasado día 22 y se prolongarán a lo largo de los próximos tres meses. En ellos, se dispondrá toda la superficie para que comience la construcción de la pista de aterrizaje y las plataformas de lanzamiento de los prototipos. Quedará entonces la construcción de los dos hangares (con posibilidad de ampliarlos según sean las necesidades del centro y las empresas que acudan a probar y certificar sus modelos) y el edificio de control, además de equiparlo con los sistemas de seguridad y de seguimiento de misiones.

Los trabajadores de la empresa Tragsa son los encargados del desbroce de los terrenos. Los trabajadores de la empresa Tragsa son los encargados del desbroce de los terrenos.

Los trabajadores de la empresa Tragsa son los encargados del desbroce de los terrenos. / Josué Correa (Moguer)

El grueso de las obras estará terminado en marzo del año 2023 y desde esa fecha hasta el mes de noviembre de ese mismo año, se terminarán todas las infraestructuras para quedar completamente finalizado y listo para su utilización.

Uno de los aspectos en los que Salom insistió fue en la vertiente civil de los ensayos que se llevarán a cabo en el CEUS; “el 90% del personal del INTA es civil y la mayor parte de las pruebas que se hacen no tienen propósitos militares.Es cierto que en muchas ocasiones sí que tienen ese componente, pero la mayor parte de las mismas son exclusivamente civiles”.

Lo que se tendrá en La Atalaya en noviembre de 2023 serán “las mejores instalaciones destinadas a los vuelos no tripulados de toda Europa”, en palabras de Salom quien enfatizó que “no tienen parangón en todo el continente. Hay algunas similares en países comoSuecia o Finlandia que tienen grandes extensiones deshabitadas, pero el problema es que en esos países hay ocho meses al año que no pueden operar por las condiciones meteorológicas.En Huelva podemos hacerlo todos los días del año”.La presencia del Cedea en ElArenosillo proporcionará todo su equipamiento de sistemas y laboratorios, valorado en cerca de 300 millones de euros a un área de exclusión aérea de más de un millón de hectáreas.

Las autoridades en la sede del Cedea en Moguer en la mañana de ayer. Las autoridades en la sede del Cedea en Moguer en la mañana de ayer.

Las autoridades en la sede del Cedea en Moguer en la mañana de ayer. / Josué Correa (Moguer)

Satisfacción general

A pesar de que no hubo casi ninguna intervención que no recordara los diez años desde que se planteó por primera vez la llegada del proyecto CEUS a Huelva, la satisfacción por la puesta en marcha del mismo era generlizada. En el acto estuvieron presentes, además del personal del INTA en El Arenosillo, el delegado del Gobierno enAndalucía, PedroFernández; el secretario general de Empresas de la Junta, José Pablo Cortés; José María Pérez del Departamento de Grandes Instalaciones y Programas Duales del CDTI; la presidenta de la Diputación de Huelva, María Eugenia Limón; el alcalde de Moguer, Gustavo Cuéllar y concejales del equipo de Gobierno; la subdelegada y delegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo y Bella Verano, junto con la rectora María Antonia Peña, el presidente de la Cámara de Comercio que actuó en representación de la FOE, Daniel Toscano y el concejal de Urbanismo de Huelva, Manuel Gómez, acompañados de varios delegados provinciales.

Todos ellos señalaron hacia las “grandes oportunidades que se abren para la provincia” en un mundo hasta ahora inexplorado por la economía onubense que pretenden aprovechar para la “generación de riqueza y puestos de trabajo”, a la vez que alabaron unas instalaciones “únicas en todo el continente”.

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