manifestación pictórica | wild welva y garrido barroso van a arco y man o matic a ¡Pinta malasaña!

La Edad de Oro del arte urbano

  • Las obras de los jóvenes artistas onubenses traspasan fronteras Aramburu fue pionero: pintó hace cuarenta años una marina en la puerta metálica de un garaje

Grandes dosis de creatividad, diversas técnicas y la calle como escenario. El arte urbano de Huelva vive su Edad de Oro. Las obras de los artista onubenses traspasan fronteras, al mismo tiempo que distintos puntos de la capital onubense se van enriqueciendo con sus creaciones artísticas, llenas de mensajes.

Hace más de cuatro décadas, Alfonso Aramburu ya apostaba por la calle como espacio para que los artistas desarrollaran su faceta creativa. Defendía que "Huelva podía ser un museo al aire libre, que podría ser una exposición abierta", y en ello fue pionero, aunque la sociedad no estaba entonces preparada para este tipo de demostraciones artística. Explica que, tras finalizarse la construcción de un edificio que había diseñado en la calle Nicolás Orta, pintó una marina en la puerta metálica del garaje de la edificación, una bella imagen de la puesta de sol en la Ría. Algo que no gustó "al 40% de los propietarios, que dijeron que aquello no podía ser, que había que pintarla a rayas rojas y blancas". Se convocó una reunión vecinal para abordar el asunto, y al final se decidió que se conservara el mural.

Hasta la década de los noventa, Aramburu no volvió a pintar en puertas de garaje, realizando a lo largo de este tiempo cuatro obras más en el centro de Huelva; una de ellas, un capitel corintio, en la calle Méndez Núñez, en homenaje a José Luis García Palacios, cuando éste fue nombrado miembro del Patronato de la Fundación Príncipe de Asturias, en 2007.

Las puertas de garaje siguen siendo el soporte de buena parte de los trabajos de la nueva generación de artistas urbanos. Es el caso de Adrián Pérez (Man o Matic), que lleva más de tres lustros realizando grafitis, la mayor parte, en Huelva. Un gran número de ellos los ha pintado en muros y fachadas en la zona del viejo mercado del Carmen, logrando una de sus composiciones, Pure love (Puro amor), el reconocimiento del artista urbano británico Banksy.

El escritor de grafitis, como le gusta denominarse a Man o Matic, llevó el arte urbano al Museo de Huelva, con la exposición SelfieL, la más visitada de la historia de la instalación museística. Ahora está inmerso en una serie de cuatro esculturas griegas, de grandes proporciones, que está realizando con la técnica de spray en el polígono El Polvorín. Aparte, tiene en proyecto ampliar la colección de la zona del viejo mercado del Carmen, así como participar en ¡Pinta Malasaña!, en Madrid.

La Diputación Provincial ha apostado por el arte urbano para que represente a Huelva en ARCO y Garrido Barroso y Seba Ventana (Wild Welva) reinterpretarán con sus obras el Área Metropolitana y el Condado, así como Doñana.

Garrido Barroso, que viene del mundo del cómic, empezó a dedicarse al arte urbano el pasado verano, colocando sus creaciones sobre papel en distintas zonas de la ciudad, "fue un poco por el momento que vive Huelva respecto al arte urbano y animado por amigos para que llevara mis personajes a la calle, donde son muy visibles".

Comenta que va a cambiar la técnica y va a realizar obras más escultóricas. Tiene en proyecto ubicarlas en espacios concretos de Huelva como El Torrejón o en el centro, como manifestación de denuncia por los bloques de viviendas que están a medio rehabilitar o de edificios que están vacíos, sin ningún tipo de uso. También quiere hacer algo en la Sierra onubense, "hay escenarios muy bonitos, con casas derruidas".

Por su parte, Wild Welva, considerado uno de los mejores artistas de arte urbano de 2015 por la plataforma Support Street Art, consiguió que sus flamencos, el primero de sus murales, se hicieran un hueco en calles de Nueva York, Berlín, Londres, Islandia y París.

Los murales de animales de Wild Welva, realizados sobre soporte de papel, van tomando las calles de Huelva, concentrándose el mayor número en la ladera del cabezo de la calle San Sebastián. No obstante, su último trabajo lo ha colocado en la calle Divina Pastora, de Sevilla.

El artista está inmerso en un proyecto en la Universidad de Huelva, una original exposición, cuyas pinturas van apareciendo de manera escalonada por el campus del Carmen. La colección ya cuenta con tres obras: un mono mirando un móvil, una gallina gigante y la bola del mundo sobrevolada por gaviotas. Indica que se ha propuesto realizar una obra por mes, y en febrero ha tocado la de ARCO.

Víctor Konestilo empezó en el mundo del grafiti en 2007 y desde 2009 se dedica profesionalmente a ello, siendo las puertas metálicas de los garajes el soporte de algunas de sus composiciones.

Ha participado en exhibiciones a nivel europeo y, en Huelva, su zona de operaciones es la Plaza de la Merced y el entorno de la Plaza de Toros, ampliándola ahora al Molino de la Vega. Durante toda su trayectoria profesional ha realizado cerca de una veintena de grafitis en las calles de la capital onubense.

Apunta que está ahora en la fase creativa por ordenador, antes de llevarlo al muro. "Hago fotomontajes, lo trató con Photoshop, hago superposiciones de imágenes o creación propia", para ver cómo podría quedar.

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