Dulce Navidad en La Morana

Navidad, dulce Navidad. Los vecinos de la Asociación La Morana de Huelva celebraron ayer las fiestas navideñas y lo hicieron con un entretenido y variado acto, que tuvo como colofón una colosal degustación de pestiños. Cientos de bandejas de este dulce típico de Navidad sirvieron de postre a un recital de actuaciones, que se desarrollaron en el salón de actos de la sede de dicha asociación. A través de esta actividad, "pretendemos celebrar la Navidad y, como en el caso de otras iniciativas que llevamos a cabo, nuestro objetivo es que los vecinos nos conozcamos un poco más fuera de los talleres propios de esta asociación en un ambiente más distendido y ameno para forjar amistades", comentó Francisco González, presidente del colectivo. A su juicio, "si los vecinos nos conociéramos un poco más, entre todos nos ayudaríamos para resolver problemas que nos surgen a diario", añadió convencido.

Las encargadas de romper el hielo fueron las niñas y mujeres que forman parte de los talleres de baile del colectivo capitalino, que deleitaron a todos los asistentes bailando sevillanas. Colorido, arte, alegría y muchas ganas de demostrar lo aprendido se dieron cita entonces en el escenario de La Morana. El espectáculo cobró aún mayor brío cuando las bailaoras acompañaron sus pasos, giros y revuelos con abanicos de colores. Los efusivos aplausos finales del público sirvieron para reconocer el trabajo de este grupo de jóvenes y mayores amantes del baile.

La fiesta continuó con la actuación del Coro Rociero Voces del Conquero, que regaló al público acomodado en las butacas un variado repertorio navideño con tintes rocieros. Después, subió al escenario la Banda de Música de Huelva, que también llenó de melodías propias de estas fiestas el salón de actos de La Morana.

El momento más emotivo en la sede de este colectivo vecinal tuvo lugar a continuación durante el homenaje que esta asociación y el Ayuntamiento de Huelva brindaron a Luisa Lamb, monitora de corte y confección, recién jubilada. Su dedicación y entrega durante muchos años como monitora al servicio del Consistorio y también en La Morana fueron reconocidos por todos aquellos que se han curtido con su experiencia y conocimiento. Lamb recibió un regalo y una placa. "Ha sido una de las primeras monitoras que estuvo trabajando con el Ayuntamiento y también en nuestra asociación, para nosotros es un orgullo haber contado con ella, que a base de paciencia y entrega, ha enseñado mucho a nuestros vecinos", comentó González.

Y si hasta ese momento habían sido la vista y el oído los sentidos más agraciados durante el acto en La Morana, a partir de ese momento era el sentido del gusto el que disfrutaba del homenaje con la tradicional y popular pestiñada. Unos 16 kilogramos de harina, 15 kilogramos de naranjas, 5 litros de vino blanco, 400 gramos de ajonjolí y otros tantos de matalauva, 4 cajas de levadurina, 16 huevos, 5 libros de aceite de oliva, 20 litros de aceite de girasol y 12 botes de miel. Todos estos ingredientes unidos a la delicadeza y paciencia de su elaboración durante cuatro días y a cargo de unas 80 personas pertenecientes a los cursos de cocina de la asociación vecinal, han dado como resultado la elaboración de infinidad de pestiños. Las mesas de La Morana se teñían del dorado con el que están melados estos dulces. Bandejas y más bandejas esperaban ser degustadas por los cientos de personas que aguardaban a su alrededor con la boca abierta. Poco tiempo sobrevivieron los pestiños en la mesa. Los vecinos acompañaron la degustación de estos exquisitos dulces con vino dulce y anís mientras se conocían unos a otros, charlaban de sus cosas, y estrechaban así lazos de amistad.