Huelva

Los Dolores, un barrio en torno a una plaza

Un joven camina por la Plaza de los Dolores.

Un joven camina por la Plaza de los Dolores. / Alberto Domínguez (Huelva)

Los Dolores tomó entidad propia como barrio tras la construcción de los diez bloques de viviendas que en la década de los años setenta del pasado siglo se edificaron en torno a una plaza, edificaciones que se realizaron en régimen de cooperativa y que caracterizan el conjunto edificatorio de la barriada, ubicada junto a las laderas del cabezo del Conquero.

El barrio está comprendido por las calles Santa Rafaela María, Nerva, Pérez Galdós y la avenida Cristóbal Colón. Antiguas casas unifamiliares se conservan entre bloques de viviendas y algún que otro solar en las calles adyacentes a la plaza, y entre las casas de planta baja, algunas están abandonadas. 

Tiene el barrio de Los Dolores una gran vinculación con la Hermandad de Emigrantes, ya que albergó su sede, y con la Hermandad de la Sagrada Lanzada, más concretamente con su titular, la Virgen de los Dolores, de la que la barriada toma su nombre. Un gran azulejo con la imagen de Nuestra Señora de los Dolores preside la plaza, que está totalmente peatonalizada. En los locales de los bajos de los bloques de viviendas hay algún establecimiento comercial, así como dos bares y la sede de la asociación de vecinos, que contribuyen a dinamizar la barriada.

De la presencia de Emigrantes queda un azulejo de la Virgen del Rocío en la fachada del bloque número 10 así como el nombre de la Hermandad de Emigrantes en azulejería. Muchas son las vivencias en la plaza como las de la verbena del barrio cuando Emigrantes tenía allí su sede, la noche anterior a la salida a la aldea almonteña sacaba su Simpecado a la plaza y los vecinos lo custodiaban.

Cecilia Real lleva cuarenta y dos años viviendo en Los Dolores, "en septiembre se cumplen cuarenta y tres. Mi madre vino dos años antes". Subraya que "aquí vive muy buena gente" y destaca que "hay muchos niños", aunque la mayoría de la población es mayor. Tras la peatonalización no ha quedado la plaza del gusto de esta vecina, "me parece fea la plaza" y echa en falta más bancos con respaldos, sólo hay uno, "a la gente mayor le gusta apoyar la espalda cuando se sienta". Hay un banco corrido "pero no tiene respaldo". Comenta que cuando llega el verano a los vecinos les gusta salir y sentarse en la plaza.

María Eugenia Bernal se crió en el barrio de Los Dolores, "me vine con cuatro años y ahora tengo cincuenta. Todavía mis padres viven aquí, en el bloque de los emigrantes". Incide en que "es un barrio tranquilo". Recuerda que en los inicios los vecinos eran de pueblos de la provincia y de la capital onubense, "había una verbena, las cruces de mayo... los niños jugaban en la calle y lo siguen haciendo". Los pequeños cuentan con un parque infantil en el centro de la plaza.

Los primeros moradores eran parejas jóvenes con niños "mi madre tenía cuatro, había mucha convivencia vecinal". Ahora la población es mayor y hay más multiculturalidad. Fallecieron algunos de los primeros vecinos y sus hijos han vendido sus pisos.

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