Huelva

Día de Reyes: El momento más esperado por los más peques

Un niño onubense estrena su nuevo patinete.

Un niño onubense estrena su nuevo patinete. / Alberto Domínguez

La primera luz que entra por la ventana este 6 de enero despierta a los niños. Es, probablemente, el único día del año en el que los padres no ponen su alarma, pues son los propios pequeños los que hacen las de despertador. El sonido a primera hora de la mañana es inconfundible. Es el trote en calcetines por el pasillo de los protagonistas del día más mágico del año.

El "¡han venido los Reyes Magos"! retumba por toda la casa. Los más valientes, antes de ir a la cama de sus padres, han abierto, no exentos de nervios, las puertas del salón para ver que, bajo el árbol, se aloja la montaña de regalos que habían pedido. No son pocos los que, además, se cercioran de que Sus Majestades y los camellos han tomado la leche y los dulces para reponer energías.

Una vez todos están despiertos llega el momento más esperado. Una estampa con la que soñaban los días previos. Un árbol de Navidad decorado con serpentinas, dulces y regalos aguarda a los más pequeños que, sin atisbo de dudas, comienzan a deshacer envoltorios para comprobar todo lo que los Magos les han traído.

El papel de regalo, rápidamente, comienza a esparcirse por el suelo y los ojos de los niños, con una iluminación especial, empiezan a detenerse en los nuevos presentes. Y es cuando comienza el 'quebradero' de cabeza para los padres, pues los hijos quieren estrenar todo inmediatamente. Cuando el regalo en cuestión es un balón o una casa de Playmobil la tarea es sencilla, pero ya no lo es tanto cuando el mismo es la nueva construcción de Lego. Crear algo pieza por pieza es una faena que requiere un proceso donde la calma es fundamental para que sea satisfactorio.

La imagen que dejaba el 6 de enero en las calles de Huelva con los niños estrenando juguetes ha perdido protagonistas. Ya no es tan habitual ver una plazoleta repleta de pequeños que quieren lucir sus nuevos regalos. Las videoconsolas o los aparatos tecnológicos, presentes muy recurrentes a cada vez una edad más temprana, no exigen salir a la calle, por lo que no es extraño que los pequeños pasen los primeros momentos del 6 de enero en sus casas adivinando cómo funciona su nuevo aparato

Lo que no se ha perdido es la tradicional comida de Reyes en los restaurantes. Los negocios de hostelería de Huelva se encontraban atestados de familias que, una vez quedaban para intercambiar regalos, se inclinaban por la opción de comer fuera de casa. Meterse en la cocina en estos ideas es una idea que muchos siguen sin contemplar. Son momentos en los que los pequeños también aprovechan para jugar en las calles y para mostrar a sus primos aquello que están estrenando.

El 6 de enero pasa rápido. Lo hace porque es un día de emociones, de reencuentros, de felicidad y, sobre todo, de mucha magia. La ilusión es predominante hasta bien entrada la tarde. Sin embargo, todo ello se disipa a la hora de regresar a casa y ver en el salón un árbol de Navidad que hay que recoger. Esto último mejor mañana, pensarán algunos. 

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