La sociedad tiene que entender que “somos una titulación necesaria para mejorar la realidad social. Mejorar la calidad de vida de las personas. Hacer más felices a las personas. Intentando convertir los desiertos en lagos”. Son palabras del coordinador del Grado de Educación Social de la Universidad de Huelva, Antonio Daniel García Rojas, a Huelva Información. Hoy, en el Día Internacional de la Educación Social, reivindica con más ahínco que nunca la visibilidad de los trabajadores que se dedican a esta materia en la que se intenta “convertir los desiertos en lagos”. Porque aquí cabe todo. “En la educación social, la utopía tiene que estar presente. Es necesario soñar.

Entre las reivindicaciones del colectivo se encuentra entrar en la estructura de la educación formal “porque debemos estar para dar respuesta a necesidades de determinados temas que quizá no tengan esa formación el profesorado”. Asimismo el también director del Departamento de Pedagogía de la UHU, pone sobre la mesa en este día tan especial la necesidad de la “dignificación de la titulación. Hacernos visibles”. Desde el año 2003 –cuando arrancó la diplomatura en Huelva– salen de la Onubense entre 100-120 educadores sociales con su título bajo el brazo.

El perfil de este alumnado es claro: “muy altamente motivado con la titulación, con el aprendizaje, muy implicado con las temáticas sociales que acontecen hoy en día. Tienen esa sensibilidad especial”. Es más, García Rojas apunta que los educadores sociales deben profesar valores primordiales como la “solidaridad, la tolerancia, el libre pensamiento, la justicia social... para que se cumpla el objetivo de transformar de forma positiva la realidad en la que vivimos”.

El coordinador del Grado de Educación Social, Antonio Daniel García Rojas.

Quiere también el coordinador del Grado separar la titulación de otras como Magisterio o Trabajo Social. “El educador está para dar respuesta a la sociedad en cualquier tipo de barrio, zona... y con cualquier tipo de colectivo. Hoy los educadores se encuentran dentro de la estructura de la educación obligatorio pero sigue habiendo más reivindicaciones como “la de poder formar parte de la función pública en Andalucía al igual que otras profesiones”.

La formación académica del educador social comenzó en España en 1991 como diplomatura y llegó a Huelva en 2003. Y fue en 2009 cuando un consenso entre cuatro universidades andaluzas y el Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de Andalucía (CoPESA) se reconvirtió en Grado. “Somos una titulación que a lo que nos dedicamos es a la intervención socioeducativa. Dar respuesta a las nuevas realidades sociales educativas, culturales y lúdicas que están aconteciendo en la sociedad”. De manera concreta, “procurar que la vida comunitaria sea mejor y facilitar la sociabilización de todas las personas”. Jóvenes y mayores. Soñar con ser más felices.