El 10 de noviembre del año 1996 Huelva Información se hacía eco de la "detención de 6 miembros de una banda de atracadores que actuaban con gran violencia".

Los presuntos componentes de la banda armada que durante las últimas semanas atemorizó con sus agresiones a la población fueron detenidos por la Policía de Huelva. Se trataba de cinco hombres y una mujer. Todos menos uno ingresaron en prisión. En el transcurso de la operación policial llevada a cabo, durante la que se registró el domicilio de uno de los detenidos, efectivos policiales intervinieron un revólver del calibre 22 y abundante munición de éste, del 12 y de otros calibres, así como navajas, machetes y espadines que estaban enterrados.

Al parecer, la primera actuación de esta banda organizada tuvo lugar a mediados del mes de octubre de ese año en el supermercado Día del barrio de La Orden. El atraco fue efectuado por cuatro individuos encapuchados que intimidaron al personal del establecimiento y a los clientes con una escopeta de cañones recortados, navajas y cuchillos. En esta ocasión, los agresores actuaron con gran violencia contra sus víctimas, llegando a lesionar a una de ellas. Posteriormente, individuos que operaban de forma similar a la utilizada en dicho supermercado, es decir, encapuchados, con armas y haciendo uso de una gran violencia contra sus víctimas, atracaron el sábado anterior de madrugada el bar Argentina, ubicado también en La Orden. En esta ocasión se encontraban en el bar tres familias, dos de ellas con niños. Según la Policía, fue la misma banda la que robó en la empresa Plasticosurdos.

En cuanto al atraco, también espectacular, que tuvo lugar en la noche del sábado al domingo anterior en el club nocturno la Casita de Campo de Aljaraque, la Policía creyó que los miembros de la banda actuaron de forma conjunta. En dicho club de Aljaraque, los atracadores llegaron a disparar dentro del local las escopetas que llevaban y consiguieron un botín de unas 400.000 pesetas.

Esta escalada de incidentes, durante los que las víctimas sufrieron fuertes agresiones e insultos por parte de los atracadores, a pesar de que no hubo heridos, causaron preocupación y alarma entre la población.

Según la Policía, la investigación sobre estos sucesos se centró desde el primer momento sobre un reducido número de sospechosos, que podrían utilizar dicho método para obtener dinero. El cerco policial sobre los individuos vigilados se estrechó hasta que se consiguieron pruebas decisivas sobre los presuntos autores de los atracos.