Desmantelan una banda de rumanos que se dedicaba a asaltar comercios

La Guardia Civil ha desarticulado una banda de ciudadanos de Rumanía especializada en robos a supermercados tras la detención de 13 miembros de la red, de los que nueve fueron arrestados en Huelva, donde se localizó además a otras siete personas vinculadas al grupo que han quedado imputadas. Se cierra así la bautizada como operación 'Aníbal', cuyos primeros arrestos se producían el pasado martes en la calle Juan Niño de la ciudad (la fotografía muestra el momento de uno de los registros) , donde la banda tenía alquilados pisos desde los que se movían a otros puntos del país y de la comunidad, como Cádiz (provincia en la que se ha llevado a cabo las restantes detenciones) y Sevilla. Según los cálculos de los investigadores, esta red podría haber perpetrado más de medio centenar de atracos a una cadena de supermercados en lo que va de año, en los que el botín se valora en más de 300.000 euros entre dinero en metálico y objetos robados.

Fuentes del Instituto Armado señalaron que los miembros de la banda estaban sometidos a seguimiento desde hace meses y que cuando fueron detenidos estaban a punto de cometer su próximo asalto en una importante tienda de ropa ubicada en la zona centro de Huelva.

La organización tenía una estructura fuertemente jerarquizada y empleaba sofisticados sistemas de transmisiones, además de inhibidores de frecuencia para neutralizar las alarmas. Para no ser vistos por la noche, utilizaban ropa oscura, además de guantes y herramientas para cometer los robos y empleaban la técnica del butrón desde locales anexos para entrar en los comercios.

Los agentes comprobaron que, para preparar los delitos, varios integrantes de la banda se hacían pasar por clientes y realizaban una primera fase de exploración del objetivo donde pretendían actuar. Observaban así el sistema de alarmas, las cámaras de vigilancia y los locales anexos al supermercado para realizar el butrón, y cuando contaban con toda la información avisaban al jefe de la organización.

Una vez acordado el día del robo, los integrantes de la banda se situaban en las posiciones que habían estudiado durante la preparación del atraco y establecían entonces su propia red de transmisiones para alertar a los que cometían el robo de la posible presencia de policías en la zona. La Guardia Civil esperó a que la banda comenzara el que iba a ser su último robo para detenerla. Los ladrones accedieron al patio interior de un edificio en obras, saltando por un muro y penetraron en una óptica a través de un agujero (butrón) en la pared y, tras realizar otro nuevo butrón accedieron a la tienda.