Descubriendo los tesoros de la capital
El Ayuntamiento de Huelva organizó ayer una visita guiada por los monumentos más señeros de la capital a través de la que 36 personas conocieron de primera mano la riqueza histórica de la ciudad
Huelva encierra en sus monumentos secretos que buena parte de los mortales desconocen. En la mañana de ayer, 36 personas se aventuraron a descubrirlos guiados por el informador turístico José María Maldonado. El punto de encuentro, el centro de interpretación Puerta del Atlántico. Los visitantes -procedentes tanto de la capital como de varios pueblos de la provincia, Sevilla, Cádiz y Madrid- recibieron allí información acerca de las señas de identidad de la capital, y sobre la ruta arqueológica, que incluye en su itinerario los restos del antiguo colegio francés, el cabezo de la Almagra o el muro fenicio de San Pedro, "que es más antiguo que las murallas de Cádiz, lo que certifica que Huelva es la ciudad más antigua de Occidente", para sorpresa de muchos.
La comitiva partió en un autobús de Emtusa para emprender el viaje por la capital, enmarcado en el programa de dinamización turística del Ayuntamiento de Huelva. La primera parada fue en el monumento a la Fe Descubridora, que abrió sus puertas para mostrar los tesoros que guarda en su interior: las esculturas de los Reyes Católicos y los nombres de todos los marineros que participaron en la Gesta Colombina. No faltaron las anécdotas de boca del guía: "Si conocemos estos nombres es gracias a una señora belga que en el siglo pasado se enteró de que los legajos en los que aparecían habían sido entregados a presos de la cárcel de Palos; ella se infiltró allí para conseguirlos y compró los documentos". Otra se refería al marinero ayamontino Rodrigo de Jerez, que fue el primero en fumar tabaco al llegar del Nuevo Mundo "y su señora lo denunció porque pensaba que echaba humo por la boca porque estaba poseído; casi lo queman en la hoguera", explicaba Maldonado ante la estupefacta mirada de los viajeros.
El próximo alto en el camino se produjo en el Barrio Obrero. Recorrieron entonces la historia de la presencia inglesa en Huelva, ampliada más tarde con la visita a la Casa Colón. A continuación y desde el mismo autobús, los turistas conocieron detalles sobre la antigua necrópolis de La Joya, mientras se dirigían al Santuario de la Virgen de La Cinta.
El humilladero de la Patrona de Huelva y la Plaza de Las Monjas constituyeron el último lugar de visita en un periplo que tuvo una duración de aproximadamente tres horas. Los que así lo prefirieron, continuaron el desubrimeinto a pie mientras recibían información sobre el edificio del Banco de España, el convento de Las Agustinas o la casa consistorial -"que fue una cárcel"-, hasta llegar a la Casa Colón. En la Plaza del Punto les esperaban más curiosidades: "Se llamaba así porque era el punto en el que los 'taxímetros' de los coches de caballo empezaban a considerar las afueras de la ciudad". Los participantes quieren repetir. ¿Y usted?
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