Denuncian a una clínica dental por presunta estafa a los pacientes

La Policía Nacional no ha localizado a la propietaria, en paradero desconocido, y el expediente está ya en el Juzgado de Instrucción 4· La suma financiada por los clientes podría rondar los 35.000 euros

Fachada de la clínica dental denunciada, ubicada en la calle Rábida.
Fachada de la clínica dental denunciada, ubicada en la calle Rábida.

Dio el cerrojazo de la noche a la mañana, sin ningún tipo de aviso previo, dejando a decenas de pacientes con tratamientos a medias y a muchos endeudados hasta las cejas con una financiera. Se trata de la Clínica dental Nobel, ubicada en el número 7 de la céntrica calle Rábida, que V.I.C.A., su directora, abrió al público hace poco más de seis meses (en el verano de 2008).

Hasta el momento, son cerca de diez las denuncias presentadas por pacientes en la Policía Nacional o por vía judicial, aunque según uno de los afectados, A.G., podrían ser al menos 15 las personas que suscribieron un contrato con una financiera para poder hacer frente a sus respectivos tratamientos, contratos que podrían superar los 35.000 euros. Esto, sin contar con aquellos pacientes que abonaron en mano importantes sumas de dinero y que, al igual que el resto, han visto interrumpido bruscamente el tratamiento.

Las primeras denuncias llegaron a la Policía Nacional y ya están en manos del Juzgado de Instrucción número 4 de Huelva. La responsable del centro y su pareja, V.R.V., se encuentran aún en paradero desconocido aunque la Policía continúa buscándolos para tomarles declaración.

"No se trata sólo de un tema económico, es también un asunto de salud, al mismo nivel. A mi me han machacado, me han reventado la boca...". En menos de un mes, E.R.L., uno de los afectados que ya ha presentado denuncia, ha perdido seis kilos de peso y su día a día se ha convertido en una auténtica pesadilla.

Desde que pisó la Clínica Nobel en octubre de 2008, se ha sometido a varias operaciones dirigidas a ponerse implantes. En la parte superior de la boca no tiene ni una sola pieza y le quitaron también las muelas de la parte inferior. Ahora, con el tratamiento interrumpido, "se me ha reventado la encía" y psicológicamente está muy afectado. Aparte de las dificultades para comer y los problemas de estómago que han aparecido, "estoy medio tocado -se lamenta-; voy de casa al trabajo, no me atrevo a hablar con nadie, a tratar con nadie...".

E.R.L. entregó 3.000 euros en efectivo a los responsables de la clínica y suscribió un contrato con la financiera por otros 7.000 euros. "Me costó la misma vida reunir ese dinero, me he sacrificado para poder arreglarme la boca y fíjate ahora como me encuentro por culpa de esta gente".

Hay otro caso de la misma gravedad de la de E.R.L., el de una señora que se decidió a quitarse todas las piezas dentales de la boca para ponerse implantes y sigue en la misma situación, sin un solo diente, pero ahora con alrededor de 13.000 euros pendientes de pagar a la financiera.

El cierre de la clínica se produjo sobre la tercera semana del mes pasado, en torno al 22 de enero. Según el relato de los pacientes, la directora del centro y su pareja tenían alquilado un chalé en El Portil y en aquellos días, el matrimonio propietario de la casa se personó en la clínica con un cartel en el que reclamaban A.I.C.A. y V.R.V. que les pagaran lo que le debían por el alquiler, momento en el que ambos salieron a toda prisa de la clínica. Al día siguiente, la clínica no abrió sus puertas y ha permanecido cerrada a cal y canto desde entonces, sin que sus responsables hayan dado explicaciones.

Aunque ya no cogen el teléfono, aseguran los afectados, algún paciente ha logrado contactar con la directora, que se ha limitado a decir que "está buscando financiación en Madrid".

En la misma puerta de la clínica dental denunciada, los primeros pacientes que han denunciado han colocado un cartel con un número de contacto para conocer el alcance del cierre del centro y con la idea de constituirse en plataforma de afectados.

V.I.C.A. ha dejado también una amplia deuda al personal médico y auxiliar que contrató para trabajar en la clínica, afirman.

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