Huelva

Denuncian una agresión contra el director de la residencia de La Orden

  • Los trabajadores denuncian la falta de medios para hacer frente “a situaciones como esta, cada vez más frecuentes”

Imagen de la residencia de mayores de La Orden.

Imagen de la residencia de mayores de La Orden. / M. G. (Huelva)

Los trabajadores del centro residencial para mayores de La Orden, denunciaron la agresión sufrida por el director del centro a mano de uno de los residentes y aprovecharon para criticar la falta de medios y las condiciones en las que se ven obligados a hacer su trabajo.

En una comunicación a la que tuvo acceso Huelva Información, el Comité de Empresa del centro señaló que el pasado miércoles “el director del centro al intentar mediar con un residente en estado de embriaguez, recibió de éste un brutal bastonazo que impactó en su cabeza. A esto hay que añadir las continuas amenazas contra su persona y la del resto de trabajadores, una de ellas sigue de baja laboral desde hace varios meses por otra agresión”.

Los trabajadores pusieron de manifiesto su temor a que “algún día ocurrirá alguna desgracia mucho peor que la descrita si no se toman ya las medidas oportunas. No es lícito que los trabajadores acudan a su puesto de trabajo bajo amenazas de muerte y con riesgo a ser agredido”. Por todo ello, quisieron “expresar nuestro más enérgico rechazo ante cualquier manifestación violenta de los residentes, estamos cansados de trabajar en estas condiciones de inseguridad, queremos que se tomen medidas inmediatas y efectivas ante este tipo de situaciones”.

Albergan residentes con problemas de adicciones y denuncian “estar desprotegidos"

Desde el año 2008 este Centro Residencial para Mayores, al igual que el resto de Centros de titularidad pública de la Junta de Andalucía, acoge a residentes en situación de exclusión social. EL Comité de Empresa explicó que este tipo de residentes con personas de más de 60 años que, por una causa o por otra, sufren una situación de desigualdad, sin vivienda, sin recursos económicos, sin apoyo socio-familiar, garantizándoles un recurso social que ofrece una atención integral. Muchos de ellos ingresan manteniendo un consumo elevado y diario de alcohol y otras sustancias, y con nula disposición a abandonarlo provocando en multitud de ocasiones situaciones conflictivas, rechazando cualquier intervención profesional que busque su deshabituación”.

No obstante, los trabajadores entienden “que estos residentes deben permanecer en un centro que cubra sus necesidades básicas, adecuándose a unos patrones de vida normalizados, con supervisión, apoyo y un seguimiento profesional adecuado y continuado, aunque consideramos que deben hacerlo en un centro apropiado para ello, que aborde un tratamiento adecuado, ya que, mientras no sea así, todo hace indicar que estas situaciones indeseables se repetirán continuamente, situaciones que alteran de manera significativa la convivencia y tienen que sufrir el resto de residentes así como los trabajadores que tienen que soportar este tipo de conductas, viéndose inmersos en situaciones de inseguridad constantes”.

Desde el Comité de Empresa se recuerda que no tienen “los medios técnicos ni humanos para atender con garantías este tipo de conductas, seguimos denunciando la problemática del alcohol que dispara el nivel de agresividad, provocando malestar en los residentes, así como en los trabajadores, que observan la impunidad ante hechos tan flagrantes como amenazas de muerte y agresiones, resolviéndose siempre los expedientes disciplinarios con el traslado a otro centro”

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