Huelva

Demoras de hasta ocho meses para una resonancia en el hospital lnfanta Elena de Huelva

Imagen de archivo de un TAC en funcionamiento en el hospital Infanta Elena.

Imagen de archivo de un TAC en funcionamiento en el hospital Infanta Elena. / M. G.

Hasta ocho meses tienen que aguardar algunos pacientes del hospital Infanta Elena para una resonancia magnética. Así lo aseguran fuentes consultadas por este diario, que ponen también de manifiesto que la demora máxima alcanza los seis meses para una ecografía y cuatro meses para un TAC. Tales esperas exceden el derecho al plazo de respuesta de dos meses que reconoce el Sistema Sanitario Público de Andalucía.

Este tiempo de demora obliga a priorizar ciertas pruebas diagnósticas y, en este sentido, desde el hospital se asegura que "se han analizado las peticiones de pruebas diagnósticas y se encuentran plenamente garantizadas en plazo y forma todas las relacionadas con procesos oncológicos y pendientes de cirugías o por patologías urgentes, complejas o agudas". 

Sobre el resto de peticiones que sí que exceden el plazo de respuesta, el hospital Infanta Elena asegura que "trabaja continuamente para la agilización de los tiempos de espera", así como que la asistencia "está garantizada". 

La creciente demanda obedece, según ha podido conocer este diario, a que en los últimos meses, "entre liberaciones, bajas o traslados, hay cerca de tres profesionales menos". En este sentido, cabe apuntar que no llega a tres porque "no todas las jornadas son del 100%", según fuentes consultadas. 

Desde el centro hospitalario explican que, actualmente, en el Servicio de Radiología, "se registra un problema puntual de falta de facultativos por la coincidencia de varias bajas". Se prevé que esta situación se resuelva, sostienen, "en unos días" con la incorporación de los profesionales ausentes y la disponibilidad de nuevos profesionales actualmente en formación. A ellos, añaden desde el propio hospital, se les unirán además aquellos pendientes de toma de posesión tras la OPE.

A este respecto, el hospital insiste en que cuenta con todo el equipamiento electromédico necesario y la totalidad de su plantilla técnica para abordarlo. "Prueba de ello son las 123.500 pruebas diagnósticas realizadas durante el año 2022", exponen.

De otro lado, fuentes consultadas por este diario consideran que el aumento del tiempo de espera obedece también a "más demandas desde Atención Primaria y desde otras especialidades hospitalarias, así como de mamografías". A ello se unen, subraya, derivaciones del hospital Juan Ramón Jiménez, por lo que, advierten, "la demanda puede crecer".

De forma excepcional, conviene recordar que la sanidad pública puede asumir el coste de un tratamiento realizado en un centro privado, según se extra de la Ley 16/2003. De la lectura de este artículo se desprende de que, en aquellos casos en los que se pueda justificar debidamente que, de no someterse a una prueba médica o intervención quirúrgica (por ejemplo, una lista de espera que no termina), se pone en riesgo la vida del paciente, este puede acudir a un centro privado, someterse al tratamiento en cuestión y, seguidamente, solicitar el reembolso de lo que le ha costado. 

El TAC y la resonancia magnética son dos técnicas que permiten diagnosticar y detectar enfermedades con métodos no invasivos y sin emplear técnicas molestas. La primera de ellas permite el diagnóstico eficaz de cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades infecciosas, trastornos musculoesqueléticos y traumatismos; y la segunda puede reconocer aneurismas, infartos, tumores o problemas en huesos y articulaciones. La primera de estas pruebas tiene una duración de media hora, mientras que la segunda puede exceder la hora. 

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