Huelva

El programa municipal onubense Cultura en los Barrios está pendiente de su adaptación al protocolo anti Covid

  • Los aforos de las salas habilitadas como aulas se limitan y se formarán grupos burbuja con el alumnado. Los alumnos llevarán puestas las mascarilla mientras permanezcan en los centros

Instrucciones del protocolo anti Covid en la sede vecinal Santa Gema.

Instrucciones del protocolo anti Covid en la sede vecinal Santa Gema. / Alberto Domínguez (Huelva)

El programa Cultura en los Barrios está pendiente de su adaptación al protocolo anti Covid-19. Los monitores se están encargando de las inscripciones de los alumnos en uno de los proyectos municipales de mayor demanda social, del que se benefician anualmente unas 15.000 personas, cifra que con la nueva normalidad derivada del coronavirus disminuirá considerablemente.

Está previsto que los cursos se inicien en noviembre, pero aún no hay una fecha concreta. El Ayuntamiento de Huelva mantuvo reuniones con los presidentes de las asociaciones de vecinos y con los monitores de las distintas especialidades que se imparten en el marco del programa municipal para explicarles las medidas que se deberán llevar a cabo para que los cursos puedan darse con la mayor seguridad. Asimismo, la administración local ha remitido a las sedes vecinales las instrucciones del protocolo anti Covid-19 con las veintiuna reglas que se han de seguir.

El aforo se reducirá en las aulas de manera que se respeten los dos metros de separación entre las personas que acudan a los cursos, el protocolo establece que en ningún momento se podrán superar las diez personas por taller, incluyendo al monitor.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Santa Gema, Charo Mas, apunta que en su caso, debido a la superficie de las instalaciones, no podrán acudir más de cuatro personas por aula, diez en la que se imparte en el salón de actos y ocho en la estancia de las clases de guitarra. La representante vecinal subraya que los cursos más demandados se tendrán que desdoblar.

Las salas deberán tener una buena ventilación, por lo que las ventanas y las puertas se mantendrán abiertas. Los alumnos sólo deberán acudir a las sedes vecinales los días y a las horas en las que se imparten sus clases. Deberán ir directamente al aula y evitar aglomeraciones tanto en la entrada como en la salida de los centros. También se restringen al mínimo los movimientos en el aula.

Las personas que acudan a los cursos deberán llevar puesta la mascarilla durante el tiempo que permanezcan en las instalaciones. Con el alumnado se realizarán grupos burbujas, de manera que siempre serán las mismas personas, irán a la misma aula y cada una de ellas se sentará en el mismo sitio.

El alumnado se responsabilizará de la limpieza previa y posterior de su espacio (mesa y silla) y del material que utilicen. “Cada uno tiene que llevar su material de trabajo, no se puede prestar”, señala Charo Mas, que explica que en la entrada de las sedes vecinales tiene que haber su dispensador de hidrogel, y en la de Santa Gema hay además una alfombra de desinfección, “hay mucha seguridad”. Recalca que, además, los monitores tomarán la temperatura a los alumnos y harán listas de los asistentes a las clases.

La administración local ha dotado a las asociaciones de dispensadores de hidrogel, papeleras y rollos de papel. Así lo asegura el presidente de la Asociación de Vecinos Santa Ana, José Luis Rebollo, que destaca que, al hacer la inscripción, los alumnos se comprometen a acatar las medidas del protocolo anti Covid.

Según Rebollo, “para las asociaciones de vecinos es bueno que se inicie Cultura en los Barrios siempre que no haya peligro para la salud, a las asociaciones de vecinos este programa le da vida y contenido”, a lo que añade que es una iniciativa muy positiva “porque además de aprender con los talleres se fomenta la convivencia vecinal, a algunos les sirve de terapia”, pero ahora “vivimos tiempos de pandemia y hay que tener mucha precaución y prudencia”.

Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos de La Hispanidad, Andrés García, muestra su preocupación por la posibilidad de que su asociación se quede sin el curso de Corte y Confección, uno de los más solicitados, porque no se cubra la plaza de monitora, que ha quedado libre al jubilarse la anterior. Asimismo, critica la demora en el inicio de los talleres, “iban a empezar a mediados de octubre”.

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