Cuentos y juegos contra la droga

Los pequeños cartayeros de educación infantil y primaria del colegio Juan Díaz Hachero, están estos días disfrutando de lo lindo con los cuentos y juegos que la técnica municipal del programa 'Ciudades ante las Drogas', Gloria Gutiérrez, les acerca cada martes hasta sus aulas bajo el nombre 'En la Huerta con mis Amigos'.

Y es que al margen de los propios menores, los principales protagonistas de esta "novedosa y eficaz iniciativa", según palabras de la propia Gutiérrez, son los productos típicos de la mejor huerta. De esta forma, diferentes hortalizas y verduras como por ejemplo patatas, tomates, rábanos, champiñones, berenjenas, calabazas, pepinos, pimientos, o cebollas, entre otras, cobran vida en la mente de estos pequeños para posteriormente aliarse e identificarse en su imaginario con ellos en un sinfín de pequeñas historias gracias a los 18 relatos cortos que Gutiérrez les relata en clase.

Pero el objetivo de estos cuentos, según destaca esta verdadera especialista en educación en valores y para la salud, "no es simplemente entretener y hacer pasar un rato agradable a los escolares cartayeros a través de una actividad extraescolar más, sino usar precisamente el entretenimiento y la diversión de los niños como principal herramienta para llegar mucho más lejos e inculcarles actitudes positivas frente a posibles situaciones a las que posiblemente van a tener que enfrentarse en el futuro y que pudieran estar relacionadas con el mundo de las drogas".

Es por ello por lo que estas particulares y alegres verduras y hortalizas adquieren personalidad propia a través del cuento para interpretar roles y papeles humanos que les hacen enfrentarse y vivir determinadas situaciones por la que a buen seguro deberán igualmente pasar los escolares a lo largo de sus propias vidas.

Por ello según especifica Gloria Gutiérrez "no es para nada contradictorio, aunque a priori pueda parecerlo", el hecho de que los destinatarios de una iniciativa como esta, con unos objetivos tan ambiciosos y complejos como son fundamentalmente "prevenir sobre el consumo de drogas en edades tempranas", sean los menores escolares con edades que en ningún caso sobrepasan los 7 u 8 años.

Y es que en este sentido, según prosigue Gutiérrez, 'En la Huerta con mis Amigos' "tiene precisamente en cuenta que está dirigido a niños muy pequeños en la mayoría de las ocasiones y que a veces es cierto que la sociedad actual, y sobre todo el colectivo de los padres, en contadas ocasiones se para a pensar que desde estas edades tempranas es posible llevar a cabo y por tanto aplicar programas de este tipo que se caracterizan por su carácter totalmente preventivo".

Por ello desde pequeñitos, y desde el ámbito escolar, se enseña a los menores a través de estos cuentos y juegos interpretados por productos típicos de la huerta encarnados en humanos, a tomar decisiones o a saber decir que no al objeto de que cuando sean mayores tengan más facilidades para resolver ciertos problemas y no buscar 'soluciones mágicas' como en el caso de este programa es el mundo de las drogas.