Creando desarrollo en África

La Asociación Andévalo ha retomado sus jornadas culturales que ahora va a organizar una vez al mes.
La Asociación Andévalo ha retomado sus jornadas culturales que ahora va a organizar una vez al mes.

En el hotel Monte Conquero, la Asociación Andévalo ha puesto en marcha de nuevo su Viernes cultural, una actividad que pretende repetir cada mes para que pueda calar y no agobie por una excesiva frecuencia. Esta actividad está dentro de su filosofía de trabajar en labores formativas y sociales, contando con un Club de Bachilleres y con Club Senior, para ofrecer temas distintos a generaciones también diferentes. El ciclo de tertulias que ha comenzado continuará con una conferencia de Mercantil, impartida por un destacado onubense.

El conferenciante de esta ocasión, Pablo Martínez Sánchez-Moraleda, es un onubense absolutamente implicado en la promoción del desarrollo en Africa, en cuya gestión en un verdadero experto. Estuvo en Nigeria con dos proyectos (un hospital y una escuela de formación profesional); en Kenia, con otro proyecto sanitario; en Costa de Marfil, con un proyecto agrícola; y ahora está volcado en el Congo, construyendo un hospital en Kinshasa, elaborando un centro de producción de semillas y reparando un centro sanitario de traumatología para discapacitados.

Martínez, licenciado en Derecho, manifestó que la evolución se realiza "poco a poco, es difícil porque hay una corrupción enorme en distintos ámbitos y resulta complicado completar ningún proyecto". Además, añade, está la filosofía del trabajo, "que el hombre no la tiene muy asumida y por eso los ritmos de cualquier actividad son lentos, allí es la mujer la que hace todo el esfuerzo". Abundó en anécdotas y ejemplos que vive diariamente y ante una pregunta sobre si las ONG´s eran o no buenas administradoras del dinero o bienes que recibían, aseguró que en lo que él conoce "las ayudas que se envían suelen llegar, aunque ninguna actividad está exenta de timadores". Precisamente Pablo Martínez es el director de la ONG ONAY (Organización Navarra para la Ayuda entre los Pueblos), una entidad que atiende a alrededor de 110.000 personas en más de 15 países, dando prioridad a la sanidad y a la formación. "Me da pena -resumió- que con el potencial que hay, tanto en territorio como en personas, el Congo sea clasificado el penúltimo país del mundo, pero son ellos quienes tienen que esforzarse en sacar adelante el país, no sólo los ayudantes externos. Entiendo que los profesionales que se forman allí se vayan a otro país a trabajar porque cobran mucho más, pero como país es una sangría", sentenció.

Entre los asistentes se encontraba José Manuel Núñez, ingeniero de Minas y licenciado en Filosofía y Pedagogía, que estuvo participando activamente en la asesoría de Boziando.

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