Correos deja en el aire el futuro de su sede mientras busca otro local

Con las fauces mirando al Mercado del Carmen, la antigua casa de Correos y Telégrafos lleva a las espaldas ocho décadas de historia desde que se levantara en terrenos del Puerto ganados a la marisma. El tiempo la convirtió en anclaje de transición entre la Huelva consolidada y la ciudad que enfila la Ría, pero el edificio -demandado por los colectivos vecinales para uso dotacional- sobrevive a cielo raso: no hay catálogo que lo cuestodie, ni figura de protección que le reconozca algún tipo de valor, si no arquitectónico, al menos como integrante del patrimonio sentimental de la ciudad.

Las últimas noticias oficiales no arrojan sino más incertidumbre sobre el futuro del inmueble: Correos está llevando a cabo en estos momentos las gestiones de "búsqueda y arrendamiento" de un local céntrico al que trasladar sus servicios administrativos (oficinas, servicios médicos, locales de organizaciones sindicales…), que a día de hoy siguen provisionalmente en el edificio de la Avenida de la Ría, infrautilizado desde que hace año y medio los servicios postales se reubicaran en un local de la Avenida de Italia, donde se habilitó la oficina principal y las dependencias de reparto.

En declaraciones a este periódico, desde la sociedad estatal aseguran que todavía no es posible especificar plazos ni el destino del histórico inmueble de la Avenida de la Ría, toda vez que "dentro de los planes de infraestructuras de Correos en la Zona 11 (Andalucía occidental y Ceuta) para el periodo 2011-2014 está previsto dotar a estos servicios administrativos de unas instalaciones más modernas y funcionales que las actuales". En el primer trimestre de este año se abrió el plazo de presentación de ofertas de locales para este fin, requiriendo "que estuvieran situados en la zona Centro de la ciudad, con una superficie aproximada de 250 metros cuadrados y que contara con buenos accesos para personas y vehículos, tanto del servicio postal como clientes y ciudadanos" en general.

En esta incógnita, hasta la fecha la tabla de salvación se había puesto en el acuerdo plenario que en marzo de 2010 aprobó el Ayuntamiento, a instancias de IU, para emprender negociaciones con el Estado. Secundada por todos los grupos políticos, la propuesta que defendió Pedro Jiménez abogaba por promover un convenio para rehabilitar esta construcción de 1933, de tal manera que en parte conservara algunos servicios postales, y los habitáculos sobrantes tuvieran un uso social abierto al ciudadano, dado el déficit de equipamientos públicos que presenta la zona de Pescadería. Como apuntó en aquel Pleno el teniente de alcalde Francisco Moro, "desde el Ayuntamiento vamos a insistir para que haya una rehabilitación y es nuestro interés colaborar para impedir que este edificio esté eternamente cerrado".

Casi 20 meses después, la única propuesta de Correos que ha recalado en el Consistorio precede incluso a este debate: la entidad estatal llegó a solicitar en la Gerencia Municipal de Urbanismo un aumento de edificabilidad del antiguo caserón, denegada por los técnicos municipales, que se acogieron al planeamiento. Al margen, ha transcendido en la rumorología -y así constó en las actas del referido Pleno- que la intención inicial de Correos era derribar todo el edificio y construir en su lugar un bloque de viviendas en cuyos bajos se reubicarían los servicios postales.

Hoy por hoy, el Ayuntamiento no va a mover ficha para quedarse con la titularidad del inmueble. Defiende su conservación y protección como seña de identidad de la ciudad, pero no contempla transacciones en unos momentos tan difíciles para las arcas municipales. Así lo confirmaron esta semana a Huelva Información desde la Gerencia Municipal de Urbanismo. "En estos momentos no nos interesa, -precisaron- pero cuando en Correos tengan claro lo que van a hacer, que se acerquen al Ayuntamiento y vemos las posibilidades que tiene el edificio".