El Corpus Christi, una fiesta que se resiste

La celebración comienza hoy a las 09:00, con la solemne eucaristía en la catedral y posterior procesión En estas tres décadas se mantiene la celebración con altos y bajos

La Custodia del Corpus en el momento de salir de la Catedral de Huelva.
La Custodia del Corpus en el momento de salir de la Catedral de Huelva.
Eduardo J. Sugrañes

02 de junio 2013 - 01:00

El Corpus Christi es de las fiestas más importantes que celebra la Iglesia Católica, esta realidad lleva a las hermandades de penitencia a implicarse en potenciar el culto al Santísimo Sacramento. Las tres décadas de Huelva Información que ahora se conmemoran vienen a coincidir con ese interés cofrade, pero igualmente por un tiempo difícil que hace que se enfrente a la supresión de la fiesta como día laboral, por el Gobierno socialista, en 1989, o que el pasado año, el gobierno municipal del Partido Popular dejara su colaboración de esparcir por las calles la juncia tradicional.

En los años ochenta hay un interés sacramental que abandera la Hermandad de la Sagrada Cena, dormida entonces las grandes hermandades sacramentales de San Pedro y la Concepción. Es a raíz de los noventa, con la supresión del día festivo, cuando surge de nuevo la necesidad de un empuje a la festividad que la ha ido manteniendo con toda dignidad en la jornada del domingo, aunque necesitada de un gran revulsivo.

Durante estos treinta años se vieron muchos esfuerzos por mantener el Corpus Christi; es la Hermandad de la Sagrada Cena, con su hermano mayor a la cabeza José Vargas Tallón, la que asume esta responsabilidad con la restauración de la Custodia, y la organización de la procesión.

A esta hermandad que había obtenido su carácter sacramental en 1978 le siguen otras a partir de los ochenta: la de la Salud, en 1981; la Esperanza, en 1984; la Vera Cruz y Oración en el Huerto, en 1987. La de Pasión consigue su fusión con la Sacramental de San Pedro y celebra triduo de acción de gracias en junio de 1987. Una década que se cierra con la creación, el 15 de septiembre de 1989, de la Unión de Asociaciones Eucarísticas de la Diócesis de Huelva, que promueve el sacerdote Julián López, con la que se potencia la vigilia de espigas que este año organiza la Hermandad de la Salud.

El punto de inflexión en este tiempo lo marca la supresión del día laboral, así el 15 de junio de 1990 el jueves de Corpus no es festivo, aunque sale en este día. A partir del año siguiente lo hace en domingo como hasta ahora. Sí hay algunas excepciones, como en 1993 que vuelve al jueves para facilitar la presencia en Sevilla en el Congreso Eucarístico Internacional.

Hay que señalar que también la salida de la procesión del Corpus Christi vuelve a la parroquia mayor de San Pedro, en 1992, después de cincuenta años y por las obras que se acometían en la Catedral. Al siguiente año se acorta la procesión y sólo es hasta la calle Puerto, al realizarse en día laborable y por la noche. No vuelve al Jueves de Corpus hasta el 26 de mayo de 2005, con ocasión del Año de la Eucaristía y pasa junto al monumento a la Inmaculada.

Aquellos itinerarios dejan a un lado la iglesia de las Agustinas y la parroquia de la Concepción, donde se instalan artísticos altares, este último se recuperará al volver aquí la procesión. Los altares se mantienen con cierta irregularidad en el tiempo, se instalan los de las hermandades del Nazareno, la Inmaculada, la Cinta, la Oración o los Judíos. Esta última obtiene el carácter sacramental en 1998, año en el que asiste el nuncio apostólico monseñor Lajos Kada; en la actualidad es la que organiza la procesión. El conflicto aparece cuando se desplaza a la Sacramental de San Pedro del orden que por tradición y antigüedad le corresponde a la Sacramental de San Pedro.

En el culto externo al Santísimo hay que destacar la incorporación, a partir de 2007, de la custodia procesional de la Hermandad de la Esperanza, que tiene su procesión eucarística en la octava. Mientras continúa la aparición de nuevas hermandades sacramentales, como la del Perdón, en Santa Teresa de Jesús, en 2008; y la de Mutilados, en la parroquia de San Sebastián, en 2010.

Hay que destacar que la Hermandad de la Sagrada Cena sigue celebrando el Corpus en el Asilo de Ancianos y pudo organizar una solemne procesión con ocasión de su cincuentenario, en 1998, y el año pasado llevar a las Agustinas al Cristo del Amor para los actos de la Vigilia de Espigas. Las sacramentales mantienen actos como la procesión de impedidos, en la de los Mutilados, o en la Vera Cruz la procesión eucarística en la fiesta de Cristo Rey del Universo, en noviembre.

En cuanto al culto interno en la catedral, por iniciativa del entonces deán José María Roldán, se acondiciona el paso de la custodia como capilla sacramental. En lo externo se consigue una mejor organización con la utilización del patio de la facultad, del antiguo convento; en la calle es un cortejo denso, en las aceras la participación es mucho más reducida. A pesar de todo la fiesta subsiste, la presencia del Señor en las calles tiene suficiente importancia.

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