Huelva

Coronavirus Huelva: La provincia onubense accede a la fase 1 del desconfinamiento

  • A los onubenses se les permitirá, aunque con restricciones, ver a los seres queridos, tomar algo en una terraza o asistir a velatorios y entierros, entre otras actividades

Los onubenses pasean por una calle céntrica durante la fase 0 del desconfinamiento.

Los onubenses pasean por una calle céntrica durante la fase 0 del desconfinamiento. / Alberto Domínguez (Huelva)

Huelva ha entrado en la fase 1 del desconfinamiento después de que el Ministerio de Sanidad confirmase ayer que la provincia supera los criterios técnicos. De este modo, la entrada en la primera fase permitirá a los ciudadanos onubenses una mayor libertad de movimiento a partir del lunes, si bien es cierto que las franjas horarias se mantendrán durante esta etapa, pudiendo ser modificados los horarios en aras de evitar las horas de mayor calor.

Huelva pasa a la siguiente fase junto a otras cinco provincias andaluzas, con la excepción de Málaga y Granada, que permanecerán en la fase cero. No obstante, Fernando Simón señaló que la evolución de ambas provincias es “muy buena” y que, por consiguiente, están “muy cerca” de acceder a la fase uno.

La decisión de Sanidad ha sido acogida como “una buena noticia” por la delegada de la Junta, Bella Verano, quien además señaló a Huelva Información que “la decisión se toma como consecuencia del trabajo bien hecho”. A su vez, la delegada insistió en su convencimiento de que la provincia “actuará con responsabilidad, consciente de que no se puede bajar la guardia porque nadie quiere dar pasos atrás”.

En esta línea, el alcalde de la capital, Gabriel Cruz, expresó que, para que las cifras de Huelva sigan siendo de las más bajas del país, “es necesario que los onubenses hagan un ejercicio de responsabilidad y sentido común”.

En cuanto a la reactivación económica, el regidor municipal asegura que el Ayuntamiento ultima un plan de intervención “para los sectores más desfavorecidos en la crisis sanitaria”. Concretamente, para la hostelería ya está activado un mecanismo “ágil y cómodo” para que los negocios pueden ampliar su terraza; mientras que también se ha intensificado la limpieza en los puntos donde estos se emplazan, al preverse un mayor tránsito”.

Entre las novedades que trae consigo la entrada en la primera fase, figura la posibilidad de visitar a los seres queridos, salvo que sean positivo por coronavirus o estén en aislamiento. En este sentido, tampoco se podrá visitar a las personas mayores o a las que pertenezcan a un grupo de riesgo.

También se permiten las reuniones de un máximo de 10 personas, tanto en la calle como en el domicilio, aunque todas ellas tendrán que mantener la distancia de seguridad y respetar las normas de higiene referidas al lavado de manos y “etiqueta respiratoria”.

La fase 1 contempla también las reuniones en las terrazas de los bares y restaurantes, aunque los negocios hosteleros solo podrán ocupar el 50% de las mesas. Del mismo modo, la distancia mínima entre las mesas debe ser de 2 metros y las mismas serán desinfectadas entre un cliente y otro.

Otra de las novedades se enmarca en el ámbito de los comercios. Únicamente abrirán los negocios de menos de 400 metros, aunque ya no será necesaria la cita previa ni la atención individual. Las tiendas permitirán un máximo del 30% del aforo y velarán por el cumplimiento de una distancia de seguridad mínima de dos metros entre clientes y empleados. Además, se establecerá un horario de atención preferente a los mayores y los comerciantes tendrán que desinfectar el local dos veces al día.

También volverán los mercadillos, aunque se contemplan restricciones en cuanto al distanciamiento entre puestos se refiere. De hecho, se limita al 25% el número de puestos habituales y la afluencia máxima será de la tercera parte del aforo completo.

A su vez, se permiten nuevamente los velatorios, pero con un límite en el número de familiares (15 si es al aire libre y 10 si es en un espacio cerrado). Por su parte, también se permiten los entierros con un máximo de 15 personas, pudiendo sumarse el ministro de culto o persona asimilada de la confesión respectiva para la práctica de los ritos funerarios de despedida del difunto.

En lo que a los cultos respecta, también abrirá la iglesia con un tercio del aforo e, igualmente, se recuperan las visitas a los museos y algunos espectáculos.

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