El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno planteó el pasado domingo un plan de reapertura progresiva de los comercios dentro de su propuesta de desconfinamiento para la comunidad autónoma. Este planteamiento, remitido al Ministerio de Sanidad, contempla la apertura de comercios, peluquerías y salones de estéticas a partir del próximo 11 de mayo y de los bares y restaurantes el 25 de mayo.

El anuncio del citado plan de desescalada ha generado, sobre todo, “incertidumbre” entre las peluquerías y los bares y restaurantes, en tanto que ambos sectores coinciden en que necesitan que el Gobierno dicte “un protocolo urgente para una reapertura segura”.

El presidente de la asociación provincial de peluquerías, Sergio Bustos, ha manifestado su conformidad para abrir los establecimientos del sector, pues “como empresarios que somos, necesitamos facturar en una actividad que es esencial para la higiene y el cuidado de la persona”. Sin embargo, ha transmitido a Huelva Información su inquietud ante la inexistencia de una serie de medidas que aboguen por la seguridad.

Al quedar tan solo 12 días para el 11 de mayo, Bustos pide “agilidad” al Gobierno para que se establezcan unas directrices adaptadas a la labor que desempeñan las peluquerías y los salones de estética. Esta petición se ancla en que los profesionales “necesitan margen de tiempo” para disponer de un salón que se adecue a las necesidades higiénico-sanitarias, así como para equiparse de todo el material de protección que se estime oportuno.

El hecho de que el trabajo de los peluqueros y esteticistas requiera de un contacto directo con el cliente aumenta “la inquietud”, tal y como reconoce Sergio Bustos, pues “si hay que mantener una distancia de seguridad nos tienen que dar un protocolo de actuación”. Todas estas dudas se resumen en que “no queremos inventarnos nada y actuar en una línea diferente a la que marque la ley”, reconoce el presidente de la asociación provincial.

Del mismo modo sucede con los materiales de trabajo. Todos aquellos aparatos y elementos que se usan hacen contacto con el pelo o el rostro del cliente, por lo que “será necesaria la desinfección” de los mismos, si bien es cierto que el colectivo pide “que se especifique esta cuestión para desarrollar la actividad de forma segura”. A ello se le une una posible especulación con el material, por lo que la asociación nacional de peluquerías y los sindicatos están “luchando” por adquirir kits de productos sanitarios a un precio razonable con ánimo de que el sector no experimente un perjuicio en esta cuestión.

Esta tónica de “terrible inseguridad” habita también en el sector de la hostelería. El presidente de Bareca, Rafael Acevedo, reitera la “necesidad de abrir”, pero advierte de la “poca información que tenemos”. En este sentido, Acevedo señala que “las medidas de seguridad deben ser anunciadas lo antes posible, pues tenemos que tener el suficiente margen para adaptar los establecimientos a las exigencias, pues queda menos de un mes y no sabemos cómo tenemos que abrir”.

En relación a las directrices que podrían fijarse, Bareca ve “inviable” la instalación de mamparas entre los comensales porque pueden ser “perjudiciales” para los locales de pocas dimensiones y, además, “no dejan de ser un obstáculo” en casos de evacuación por alguna emergencia.

Otra de las especulaciones sobre las que Bareca da su opinión es la relativa al aforo. Para la asociación onubense limitar la afluencia de público al 50% “es una barbaridad”, puesto que supondría una reducción de ingresos que, en ciertos casos, “podría no ser rentable”. Del mismo modo, la posible distancia de seguridad de entre uno y dos metros entre las mesas también “necesita de una solución”, pues hay locales tan pequeños que no pueden aplicar esta medida.

En cuanto a la higiene, Bareca reitera sus dudas acerca de cuáles serán las exigencias sanitarias. Rafael Acevedo asegura que todos los restaurantes y bares tendrán “las mejores condiciones higiénicas”, pero recuerda que el coste de aplicación de las mismas será muy elevado. Por ello, sostiene que estos costes deberían ser sufragados por una subvención del Gobierno central.

El presidente de Bareca también se ha referido a las contrataciones de personal, en tanto que es “imposible comenzar con el mismo personal que había cuando los bares cerraron”. Por ello, al no haber ingresos al principio, Acevedo advierte que las contrataciones se harán escalonadamente de acuerdo a los ingresos de cada negocio.

No obstante, la junta directiva de Bareca insiste en que “no dejan de ser especulaciones”, por lo que se hace “urgente” la comunicación de las directrices a implementar. En este sentido, Rafael Acevedo, asegura que un 70% de los establecimientos de Huelva no podrían abrir “si son ciertas todas estas especulaciones acerca del aforo, distancias de seguridad y aseos –se habla de una desinfección de los baños cada vez que un cliente los utilice–”.