Coronavirus Huelva: ¿Cómo viven la sexta ola en las residencias onubenses?

Los residentes y usuarios de las residencias de mayores de la provincia de Huelva acumulan dos años de pandemia con estrictas restricciones a causa de la situación de especial vulnerabilidad que presentan ante el contagio por coronavirus. Con "serenidad y paciencia" viven los mayores onubenses una sexta ola que, pese a que ha dejado varios brotes, ha perdido letalidad gracias a la efectividad de la vacuna.

En total, 315 personas que vivían en residencias de mayores de la provincia onubense se han contagiado de Covid-19 desde que estallase la pandemia en marzo de 2020, de las que han fallecido 69 (21,9%). Ahora, casi dos años después del inicio de la crisis sanitaria, la mortalidad es mucho más baja de lo que lo fue en los comienzos de la pandemia y, pese a las estrictas precauciones que se toman, los centros onubenses han percibido también el impacto de la sexta ola, que actualmente deja más de 15.000 casos activos en Huelva.

En pleno retroceso de la Covid-19, las residencias comienzan a respirar después de haber contabilizado varios brotes en el mes pasado. En los últimos 14 días se han contagiado solo 15 residentes (nueve correspondientes a centros del Condado-Campiña y seis a Huelva-Costa), una cifra ínfima si se compara con los 188 mayores infectados entre el 6 y el 22 de enero en residencias onubenses. De hecho, en dicho período se pasó de tener 46 casos activos a 310, entre usuarios y trabajadores (122) en un total de 51 residencias.

Pero, ¿cómo es el día a día en los centros de mayores de la provincia? La situación permanece estable a nivel sanitario, pues son pocos los contagios actuales y los que se registran no suelen presentar cuadros graves de la enfermedad.

"Es más una cuestión anímica que clínica" señalan desde la residencia Madre de Dios de Almonte, cuyo psicólogo, Juan Jesús Martín, reconoce que "es inevitable el cansancio mental", si bien destaca que "los residentes son dignos de admiración, pues llevan la situación con mucha paciencia y serenidad pese a que observan cómo a su alrededor sigue contagiándose gente a pesar de tener la tercera dosis".

Si bien es cierto que, con la vacuna, el cuadro de la enfermedad es menos agresivo, desde este centro señalan que "hay cierto nerviosismo", pues "basta que alguien tosa o estornude para que todos estemos tensos y en guardia". De hecho, "al menor síntoma, empezamos a tomar medidas, aunque termine en resfriado común", explica Martín, quien añade que "una parte de los ancianos están más tranquilos porque, por deterioro cognitivo, no entienden mucho el escenario actual".

La situación se presume, prácticamente, idéntica en el Centro Residencial para Personas Mayores Sierraracena, desde donde subrayan a este diario que "los mayores tienen sentimientos de desazón y desmotivación, sobre todo, cuando se han visto obligados a confinarse por estar contagiados sin presentar sintomatología alguna". De hecho, este centro sufrió el pasado enero un pequeño brote con quince afectados, 12 usuarios y tres profesionales, aunque "nadie tuvo un cuadro severo del virus".

Desde la residencia de mayores Lerdo de Tejada, ubicada en Ayamonte, expresan que el mejor remedio para sobrellevar la sexta ola son las actividades y las visitas de los familiares, las cuales "animan mucho a nuestros usuarios", aunque las medidas de seguridad siguen siendo estrictas, de ahí que, según añade su directora, María Ángeles Sosa, "tengamos que actuar todos con responsabilidad".

Entre las medidas vigentes en toda la comunidad andaluza, destacan la visita de familiares o allegados con mascarillas tipo FFP2 y, como establece la normativa, con el certificado de vacunación Covid-19 para acceder al centro residencial. Asimismo, la Junta de Andalucía recomienda que los profesionales de los centros de personas mayores utilicen mascarillas FFP2 en todo momento, además del cumplimiento del resto de medidas de prevención y protección, además de que resulta "importante" evitar la presencia de un número elevado de profesionales en un espacio cerrado durante el tiempo de descanso y no dejar de realizar el resto de medidas en todo momento (uso de mascarilla, lavado de manos frecuentes, distancia física y ventilación adecuada de los espacios cerrados, así como la vigilancia activa de síntomas los días posteriores a aquellas salidas de residentes que no sean demorables".

Con normalidad funcionan también el resto de residencias donde no existen brotes de Covid-19. Es el caso de Madre de Dios, donde se realizan talleres, sesiones de fisioterapia, actividades religiosas o paseos por los jardines. En este sentido, desde el centro señalan que "el virus no puede acaparar toda nuestra vida y tenemos que procurar la normalidad de acuerdo a las limitaciones actuales".

Para los residentes de Santa Teresa de Jornet, en la capital, "lo más sano para la salud mental y física es disfrutar de la calle y del entorno". Desde la residencia expresan que "es dónde están bien de ánimos y disfrutan realmente".

Otra opción son las videollamadas, tal y como apuntan desde el centro Sierraracena, donde también, además de las actividades habituales, consideran "clave" compartir ideas sobre la pandemia y poner toda la información sobre la mesa para que los mayores "comprendan la situación de la mejor forma".

La transparencia nutre la confianza que los residentes y familiares depositan en las residencias onubenses. Así lo considera la trabajadora social de Madre de Dios, Rocío Silvano, quien subraya que "el entorno familiar y los usuarios ven que ponemos los cinco sentidos en atenderlos, de ahí que la confianza sea extraordinaria". La misma viene dada también por los canales de comunicación con las familias, "abiertos todo el día, incluso con una lista de difusión en whatsapp donde informamos permanentemente de todo lo que acontece".

Del mismo modo, en este centro de mayores sostienen que "les preguntamos por sus opiniones, pues la participación es muy importante en el día a día. Se sienten partícipes de todo".

Los geriátricos onubenses coinciden en que "aunque la situación esté cruda, el virus nos debe coartar lo justo y, por ello, tenemos que seguir trabajando en los mismos proyectos que siempre y con la misma ilusión", eso sí, "de acuerdo a la normativa sanitaria vigente".