Los plazos de reapertura por fases, no tienen en cuenta la viabilidad del sector empresarial, lo que lleva al malestar general y a la incomprensión de los empresarios de las medidas adoptadas por parte del Gobierno. Es la valoración del Consejo Empresarial de Turismo de la FOE tras el anuncio de las etapas que ayer avanzó el presidente Sánchez para alcanzar la nueva normalidad.

Por parte del sector hotelero, una apertura a partir del 11 de mayo, con medidas restrictivas del uso de espacios comunes, teniendo en cuenta que la movilidad de ciudadanos entre provincias no será posible hasta final de Junio, es algo que roza el ridículo por parte del Gobierno.

Desde el Consejo de Turismo se asegura que la mayoría de hoteles planifican su apertura a partir del mes de julio, directamente, puesto que mantener abierto un alojamiento turístico supone un coste inasumible para el empresario, sin opción a poder tener clientes de otras provincias.

Por parte de la hostelería y chiringuitos, el plan propuesto en el cual en una primera fase solo podrán abrir quien disponga de terraza y esta solo podrá ser usada en el 30% de sus capacidad habitual, esto literalmente es inviable para el negocio, en las fases posteriores que se permite usar espacios interiores hasta un tercio de su capacidad, sin uso de la barra, pues igualmente no tiene sentido, ni es viable para el restaurador. Es por ello que aun quedando a criterio de cada uno, la mayoría optará por esperar a la fase menos restrictiva.

“Una situación del todo caótica -según Luis Arroyo, presidente del Consejo- por cuanto que será difícil reactivar la economía en el sector turístico sin opción a cubrir costes durante dos largos meses, sumados al mes y medio que llevamos cerrado, asumiendo el 100% de los costes, sin llegar las ayudas propuestas por el sector, y con la espada de Damocles sobre nosotros, en cuanto que no amplíen los Erte´s por fuerza mayor en el sector”. Al Consejo de Turismo le preocupa la pérdida de empleo que podría sufrir el sector, amén de las empresas que podrían verse abocadas al cierre.

En este sentido, Luis Arroyo explica que “si las administraciones no aceleran el trámite de ayudas al sector y si no se amplían los Erte´s por fuerza mayor, en tanto en cuanto el sector se vaya recuperando, ir reincorporando a trabajadores, las consecuencias van a ser nefastas para la economía y el empleo”.