La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de la capital ha declarado en estado de ruina el inmueble del Polígono 18, parcela 86, de El Ventolín. Se trata de una antigua fábrica de tableros abandonada situada cerca de la Ciudad de los Niños. Entre otras medidas de seguridad, la Concejalía de Urbanismo y Patrimonio Municipal ha ordenado a la propiedad que limpie la parcela, así como que cierre el acceso a la nave hasta que ésta se derribe.

Con una superficie cercana a los 6.000 metros cuadrados, esta nave ocupa una parcela que refleja un estado de abandono de años. Así, en la misma proliferan escombros y basuras que se encuentran a ambos lados del camino de acceso y apoyadas en los muros de la instalación industrial abandonada. De este modo, la zona se ha convertido en un vertedero incontrolable, tal y como reflejan los informes de Urbanismo.

Dentro de la variedad de escombros que se acopian, se menciona material de derribo de todo tipo, ruedas usadas, material de desecho de viveros y muebles viejos. Así se comprobó por parte de técnicos municipales en varias inspecciones, en las que pudieron observar que, además de los problemas derivados del indebido uso de la parcela, se suma el mal estado en el que se encuentran los muros de la antigua fábrica.

Y es que el edificio, que era en su origen una fábrica de tableros, está sin cubierta salvo en la zona del centro de transformación, en la que aún se observa el forjado que la constituye. Aunque hay un grave deterioro de la totalidad de los muros, destaca el que padece el que conforma la fachada oeste del inmueble.

De este modo, el antiguo local de centro de transformación se encuentra agrietado, con riesgo de ruina estructural y con riesgo de que cualquier persona pueda entrar al carecer de puerta y no tener los huecos tapados.

Por todo ello, el Ayuntamiento ha ordenado a los propietarios que, como medida cautelar, acometan una limpieza general de los escombros existentes en la parcela, así como que ejecuten la limpieza general de los que hay en el interior de la antigua fábrica y los trasladen a un vertedero.

En caso de que los restos de uralita procedentes de la demolición de la cubierta contengan amianto, los propietarios deberán gestionar el encapsulado y el transporte de los mismos con un gestor autorizado.

También se exige desde Urbanismo a la propiedad la limpieza y el desbroce general de la parcela, ya que el estado actual supone riesgo de incendio y para la salud, por la abundancia de pastos secos y dada la proximidad a la Ciudad de los Niños.

Los propietarios también tendrán que cerrar el acceso a la nave de forma provisional, de modo que se impida el acceso a la misma en tanto se ejecute la demolición. Para la realización de los trabajos se deberá presentar un proyecto técnico o memoria.