Seis años de negociaciones y de reuniones no han servido para que el Ayuntamiento de Moguer alcance un acuerdo con la propiedad para dotar a Fuentepiña de uso cultural. Al principio el Consistorio puso sobre la mesa distintas fórmulas -compra, alquiler, cesión o convenio de colaboración- pero el objetivo se ha truncado en el camino.

Según explica el alcalde de Moguer, Gustavo Cuéllar, el hándicap es el alto valor que la propietaria solicita por la venta del inmueble: "Entre 1,2 y 1,5 millones de euros". Sin embargo, afirma que "siendo generosos", los técnicos municipales sitúan el valor de la finca "entre 150.000 y 180.000 euros". El regidor apunta, además, que hay que tener en cuenta que la casa debe ser restaurada y posteriormente mantenida, extremos a los que se comprometió el Ayuntamiento si la negociación con la propietaria salía adelante.

El objetivo del Ayuntamiento no era otro que disponer de la casa para aprovecharla como centro de interpretación juanramoniano, como centro de interés turístico, punto de encuentro poético o bien como residencia de estudiantes en torno a la Cátedra sobre la figura del Nobel. Un proyecto de ambición cultural y turístico, no de ambición material en la propiedad.

Incluso hace cinco años, cuando el Ayuntamiento entró a formar parte de nuevo de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Cuéllar alcanzó preacuerdos con este organismo para el mantenimiento, gestión y conservación del espacio, de modo que el Consistorio asumiría la puesta a punto de la finca, que sería restaurada y mantenida, mientras que el Ayuntamiento la pondría disposición de la Fundación para que ésta decidiese qué fin o destino debía tener, siempre con el asesoramiento de los expertos en la obra del escritor. Como parte de la Fundación, el Ayuntamiento apostaría por que el uso del espacio fuer "consensuado", previo informe de expertos y eruditos, según dijo entonces el regidor moguereño.