La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un hombre a ocho años de prisión por dedicarse a la falsificación de billetes de curso legal -10, 20 y 50 euros- en su domicilio, los cuales, posteriormente, se ponían en circulación a través de compras en pequeños establecimientos.

La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, lo considera responsable de un delito de falsificación de moneda por el que, además le impone el pago de una multa de 12.340 euros.

Asimismo, se le condena por un delito de tenencia ilícita de armas a la pena de un año de prisión.

Por otro lado, se absuelve a otras tres personas acusadas en la causa al no quedar constatada su participación en los hechos.

La sentencia, confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), considera probado que esta persona se dedicaba a la confección de billetes falsos en su domicilio para lo cual contaba con todos los equipos y material necesario.

La investigación se inició a raíz de que los servicios centrales del Banco de España detectaran desde principios del año 2018 la proliferación de billetes falsos de diferente denominación, con predominio mayoritario de los de 20 euros, todos los cuales presentaban unas mismas características en cuanto al procedimiento de falsificación, lo que postula un origen común.

Los billetes falsos detectados se concentraban en un grado notable en diversas localidades de la provincia de Huelva, de modo que esa concentración geográfica de la distribución hacía suponer que los billetes se producían también en algún punto de esa provincia o próximo a ella.

Las investigaciones llevaron a la detención de varias personas cuando trataban de poner en circulación los billetes falsos y, con posterioridad, permitieron la identificación del acusado como posible autor de las falsificaciones.

Se solicitó al juez una autorización de entrada y registro en el domicilio del acusado, el cual se llevó a cabo en octubre de 2010 y allí se hallaron 35 billetes falsos de 10 euros, 187 billetes falsos de 20 euros y 175 billetes falsos de 50 euros, con un valor total de 12.340 euros; un ordenador, varias impresoras, papel especial para la falsificación de moneda, tijeras, así como numerosos recortes de papel, hologramas 3 D, distintas clases de tintas y una pistola semiautomática para la que el acusado carecía de licencia y guía de pertenencia.

Analizado el ordenador hallado en la vivienda, se encontraron numerosas búsquedas y consultas en internet sobre cómo falsificar billetes.