CUARTA DE ABONO

La torería de ‘Bronce’ y ‘Guajiro’ abrochan la feria

  • Puerta Grande para Andrés Romero con tres orejas.

  • Diego Ventura corta las dos al quinto astado.

La madurez torera de Andrés Romero más dos rejonazos de antología le deja como virtual ganador del mano a mano con el que el abono daba cerrojazo a la feria taurina. Tres orejas a una corrida nada fácil y brava de Benítez Cubero, que sembró la tarde de emocionantes embroques. Parecieron panteras de salida los cuberos, que en cuanto fijaron embestida frente al caballo apretaron fuerte y sin miramientos. Por eso tiene mérito esa tarde de Romero frente al poderío de Ventura. Mas no solo por eso, sino porque de las tres faenas todas llevan mérito importante por parte de Andrés Romero y una cuadra que le funcionó a la perfección, desde ese inicio de tarde con Caimán soportando el inicio de faena. Llegó a brindar a lomos de Kabul lo más intenso de una lidia donde duró poco el de Cubero, acusando quizás ese segundo rejón que Romero puso, visto lo brusco que le quedó el primero a Ventura. Demasiado apagado, no ayudó nada el toro en el tercio final.

Fuente Rey repartió elegancia en la lidia del cuarto donde Romero culminó antes un rejón de castigo de mucho riesgo a porta gayola. Era el momento y Romero tiró para adelante con la decisión que hace llegar los triunfos. Calidad y bravura del Cubero que una y otra vez pedía papeles, pero entregaba un viaje con vibrante armonía y Fuente Rey respondía en esa elegancia que deja el rejoneo templado y sin estridencias con el que Andrés Romero templó ayer su tarde. Jerjes puso más pasión en el tendido con ese andar sobre los posteriores dejando un par de clamor. Meritoria faena con el rejoneador metiendo mucho las cabalgaduras en el terreno del toro para conseguir esa hilazón con el tendido, y el acierto rotundo de un rejón de muerte que fulminó a este buen toro cuarto que fue aplaudido en el arrastre.

Dos orejas pedidas con mucha fuerza y el triunfo asegurado sin tener que esperar al último de la tarde. Decididamente fue otro gran toro al que Romero lució especialmente con esa impresionante apostura torera que tiene Guajiro, para meterse en terrenos del toro y despedirse después con un temple infinito en las piruetas ceñidas frente a los pitones. Fue la base de una faena compartida en dos pares con el sobresaliente Martín Ferrer, efectivo en ellos pero con demasiadas licencias para ser el invitado. La mesura debe mandar. Perfecto ese triunfo de Romero, que volvió a resolver con un rejonazo certero el broche a la feria y a su particular Puerta Grande cruzada en solitario, al ser el único que cortó tres orejas.

La declaración de intenciones de Ventura fue apasionante desde el principio. Nazarí en el ruedo y un toro con fiereza atacando el viaje de uno de los caballos más potentes que tiene el rejoneo en el toreo a dos pistas. Indemne pero con marcas de albero sobre la grupa. Nazarí ganó la pelea y Lío la engrandeció con un espectacular quiebro en la primera ocasión que tuvo Ventura. El pinchazo y dos descabellos enfriaron la petición.

Romero, junto a la torería de ‘Guajiro’ amarraron frente al sexto un triunfo muy importante

Dos toros más tarde, Ventura llegaría al culmen de una faena con Bronce en el ruedo toreando por auténticos naturales al buen toro que hizo tercero. La tarde rompió precisamente ahí y se asentó definitivamente cuando en el redondel de una perra gorda Bronce batió a milímetros del toro y Ventura dejo los palos arriba. Habría más porque el segundo par fue a toro arrancado y Bronce abriendo terreno hacia atrás. La reunión, perfecta, grande y hermosa.

Ventura y ‘Bronce’ dan alas a una tarde que hasta el tercer toro no rompió con fuerza

La artillería a tope y Dólar sin cabezada levantaron el clamor en ese par a dos manos. Faena grande al que un pinchazo dejó sin trofeos porque la presidencia no admitió esa petición mayoritaria del tendido. No es vara justa de medir cuando en el quinto llegaron dos orejas tras descordar el rejón. No es vara justa y en ese matiz Ventura se fue andando de la plaza después de conseguir cuajar otra gran faena frente al quinto, donde un caballo de fina estampa torera llamado Velázquez enamoró al tendido y a la faena compartida con el sobresaliente del festejo y cuajada también con un caballo como Lío, con pares de mucha grandeza y torería.

Al final la feria resuelve un nuevo triunfador y se llama Andrés Romero, que con toda justicia ayer brindó tres importantes actos toreros con una seguridad que sin duda habla del mejor momento del rejoneador onubense. Sin gestos pero con gestas, Romero solventó una tarde donde el reto aceptado no era fácil y quizás en ello le vaya el mejor mérito que ese triunfo le pueda reportar en lo más íntimo.

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