Primera comparecencia judicial por el asunto del desfalco detectado en el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Huelva. El decano de la institución, José Antonio Melo, prestó testimonio en la mañana de ayer ante el magistrado de dirige la causa, el titular del Juzgado de Instrucción 4 de Huelva. Lo hizo en calidad de denunciante, en una citación en la que también estuvieron presentes los letrados defensores de las tres personas imputadas en la causa: el ex secretario del Colegio, Casto Pino, su pareja, A.S.N., y el asesor fiscal A.G.V.

Melo centró su testimonio en ratificar la denuncia que presentó contra su socio y a raíz de la que se ha destapado un agujero contable que ronda los 1,1 millones de euros en el órgano colegial. Según indicaron a Huelva Información fuentes del caso, el decano mantuvo que desconocía que existieran irregularidades en la contabilidad de la institución que presidía.

Las mismas fuentes señalaron que, no obstante, incurrió en "contradicciones" al admitir que había firmado en solitario talones con los que se efectuó la compra de varias naves en el polígono La Raya de Aljaraque. En esta línea, la del conocimiento de las irregularidades en la contabilidad del Colegio, insistió especialmente la defensa de Casto Pino.

Según el letrado defensor del ex secretario del órgano colegial, quedó claro en la comparecencia que todas las disposiciones pecunarias solicitadas por Pino tenían que tener la autorización del decano y la posterior ratificación de la junta de gobierno, además de la de la asamblea general, por lo que, "si existe apropiación indebida, serían responsables todos, del primero al último". La próxima declaración será la de Casto, el 30 de septiembre.