Huelva

Las Cocheras del Puerto, última parada del Festival Anfitrión con la obra ‘P de partida’

  • El programa de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha visitado seis provincias desde el 1 de julio

Las Cocheras del Puerto última parada del Festival Anfitrión con la obra ‘P de partida’

Las Cocheras del Puerto última parada del Festival Anfitrión con la obra ‘P de partida’ / H.I.

El Festival de las Artes Escénicas Anfitrión aborda su última semana en Las Cocheras del Puerto -y en Andalucía- con la representación de la obra P de partida, a cargo del grupo 2Proposiciones, el miércoles 15 de septiembre. P de partida, con un ritmo frenético dentro de una atmósfera inquietante, se pregunta cuándo comienza y termina el poder de decidir de las personas. El certamen, que promueve la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, ofrece sus dos últimas funciones los días 16 y 17 con las piezas Y ahora qué, de Sala Cero Teatro, y Menosprecio de aldea, de El Búfalo Feo, respectivamente. Las entradas, al precio de 12 euros, se obtienen en www.festivalanfitrión.es; descuentos para estudiantes, tarjeta joven, jubilados, tercera edad o desempleados, niños y grupos de más de 20 personas.

P de Partida es una nueva propuesta en la trayectoria de 2Proposiciones donde cuatro personajes en escena ahondan en sus puntos de partida existenciales, amorosos, psicológicos y otros. No es una obra de tesis, no da respuestas pero sí cuestiona los procesos cíclicos y los significados optimistas que le damos a cada nuevo comienzo. Pero, sobre todo, P de Partida se pregunta dónde empieza y dónde termina nuestro poder de decidir y cambiar el futuro.

Interpretan P de partida Isabel Vázquez, Anna París, Arturo Parrilla y Raquel Madrid. Apoyando la escena casi como otro personaje más se escucharán la música de José Pablo Polo, la dramaturgia de Cipri López y las canciones de Rocío Guzmán. Con un ritmo frenético y atmósfera inquietante P de partida se explaya en la rutina que nos vuelve locos y excéntricos, aunque a veces irrumpe la suerte y nos eleva en un frenesí desbocado, y abandonándonos después en un eterno punto de partida.

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