'Club Raúl', memorias del espectáculo

Raúl García Raya inauguró hace 30 años un local por el que pasaron artistas como Julio Iglesias o Lola Floresl referente nacional El club se convirtió en un auténtico referente a nivel nacional, congregando cada noche a artistas de gran nivel.

Raúl García Raya tiene su casa llena de fotografías con los artistas que estuvieron en su club.
Francisco R. Infante/ Huelva

13 de septiembre 2009 - 01:00

Hileras de edificios conforman hoy la zona céntrica de Lepe, donde hace más de 30 años se inauguró el Club Raúl. Su dueño es todo un emprendedor, Raúl García Raya. Este lepero no sabía que aquella iniciativa que llevó a cabo entonces le iba a convertir en uno de los referentes del espectáculo a nivel nacional, ya que su local terminaría acogiendo grandes eventos y a los mejores artistas de la época durante las cálidas noches de verano.

García era un hombre decidido y dispuesto a conseguir todas sus metas. Antes de montar su club viajó por varios lugares del mundo, trabajando incansablemente con la firme intención de alcanzar sus sueños. Su espíritu extrovertido y aventurero le había llevado a conocer a multitud de personas que "fueron forjando mi carácter y me dieron fuerza para continuar", asegura.

De vuelta a su localidad natal, Lepe, consiguió abrir su primer local, una cafetería que llevaba su nombre y que él mismo recuerda con nostalgia. "No daba suficientes beneficios porque su clientela, sólo pedía bebidas alcohólicas como el aguardiente -explica-, un sitio así no funcionaba a principios de los años 60".

Raúl García, viendo que este proyecto se resquebrajaba, se planteó llevar a cabo un cambio radical. De esta manera, en el año 1966 comienza las gestiones para convertir la cafetería en un club, toda una odisea, teniendo en cuenta que "el régimen franquista era muy duro a la hora de conceder permisos de apertura, especialmente, tratándose de ese tipo de empresas". Raúl, que estaba completamente convencido de su nuevo proyecto, no se lo pensó ni un solo momento y le envió una carta el propio Generalísimo. Tenía que conseguir sus propósitos como fuera. Otro de los obstáculos que el empresario supo solventar con eficacia fue el permiso de baile.

El Club Raúl se convirtió casi desde el principio en uno de los lugares más conocidos y transitados de la nueva movida española, contando cada noche con las actuaciones de grandes artistas nacionales e internacionales, que atraían a numeroso público.

Entre los artistas que pasaron por el club destacan Julio Iglesias, Rafaella Carrá, Machín, Camarón, Víctor Manuel y Ana Belén, Lola Flores, Isabel Pantoja, Lolita, Rocío Jurado, Manolo Escobar, Los Morancos, Mary Carmen y sus muñecos y Mecano.

Muchas son las anécdotas que deparan aquellas noches de espectáculo. Raúl recuerda, por ejemplo, cómo tuvo que pedir un permiso especial para que actuara una jovencísima Isabel Pantoja que a sus 18 años estaba empezando en el complicado mundo de la música. "Se puede decir que fue todo un descubrimiento", declara Raúl. Los cantantes Machín y Camarón, auténticos genios en sus respectivos estilos, dieron su última actuación en el club, muriendo días más tarde, según García. La cantante Rocío Jurado estuvo en el club hasta seis veces, convirtiéndose en amiga íntima del dueño. El grupo Mecano, auténtico referente nacional, actuó ante 10.000 personas en pleno apogeo de su carrera, en el año 1989, durante su gira Descanso Dominical. El club fue testigo de otras muchas anécdotas como la que protagonizó el crítico Lauren Postigo. "Fue la primera vez que Lepe salía en televisión española y se filmó en el Club Raúl", explica. El comentarista coplero organizó el primer certamen de cante de la localidad costera, pero la iniciativa no prosperó y se limitó a esa edición. En el espectáculo se dio a conocer la cantante María José Santiago, que sigue siendo en la actualidad una "buena amiga" de García Raya.

Pero además, Raúl recuerda con especial añoranza a las personas anónimas que pasaron por su club y que trabajaron a su lado. Muchas de ellas, confiesa, "se terminaron enamorando allí, casándose más tarde y celebrando, en muchos casos, el convite en el propio local". Para Raúl "no hay nada más emocionante que haber contribuido al amor", dice.

El club cerró en 1993 y Raúl vive alejado del mundo del espectáculo, aunque, nostálgico, conserva en su casa las fotos de todos los artistas que alguna vez pasaron por allí. Su morada es un auténtico museo que hace una auténtica recopilación del panorama artístico español durante décadas.

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