Cirios que no manchan los guantes
La cerería El Nazareno trabaja en nuevos colorantes que eviten las marcas difíciles de quitar en las túnicas La crisis afecta a los pedidos de velas que hacen las hermandades
Hay que estar en todos los detalles. La Semana Santa es tan compleja y posee tantos matices que algunos se nos escapan, pero no a todos. Ese es el caso de la cerería El Nazareno, de La Palma del Condado. Se trata de una de las fábricas más importantes del país en lo que respecta a la fabricación de velas y cirios. Este año se han hecho eco de uno de los problemas que acarrean los cirios a muchos penitentes: el desteñido de las tintas o colorantes de los cirios que llevan los nazarenos en su desfile procesional que manchan, principalmente, los guantes y cuyas marcas son muy difíciles de eliminar en la lavadora.
De eso se han percatado en cerería El Nazareno y han puesto manos a la obra para conseguir unas tintas que eviten ese problema. No tienen constancia de que haya otra empresa, en el país, que haya trabajado en este aspecto.
El propietario de El Nazareno, Antonio García Ortega, indicó que "hay ciertos colores que destiñen más que otros y las manchas que provocan son muy complicadas de quitar". A partir de ahí, se lleva a cabo un trabajo innovador del que, obviamente, se dan pocos detalles para que no copie la competencia. En todo caso, la cerería está dando salida al material almacenado, que es el tradicional, e irá siendo sustituido por estos nuevos cirios.
Sobre la actual situación económica y si ésta se está reflejando en los pedidos de las hermandades, García Ortega comenta que "seguimos adelante, no nos podemos quejar; se nota que las hermandades hacen pedidos más cortos y nos mantenemos gracias a que también tenemos actividad en otras áreas. En todo caso, para esta Semana Santa tenemos una producción de más de 40.000 kilos de cera que se envía a muchos lugares del país". El Nazareno no sólo tiene demanda de Andalucía, también le viene mucha del Levante y de otros puntos de España: "Entre el 15% y el 20% de nuestra producción tiene como destino las hermandades de la provincia de Huelva".
Salvo las novedades de carácter técnico, como el de los tintes que no destiñen, es difícil innovar en un mundo que se rige, principalmente, por la tradición y las normas estipuladas por cada hermandad: "Es un mundo muy tradicional y es muy complicado marcar tendencias, ya que los colores de los cirios van en función de lo que marcan los estatutos de cada hermandad".
Aunque a estas alturas de la Cuaresma, ya todas las hermandades tienen realizados sus encargos, a veces pueden surgir imprevistos: "Una cofradía de Levante nos hizo un pedido de urgencia el Martes Santo y el Miércoles Santo lo tenían allí. Eso es posible porque vendemos productos y servicios, aparte de que, al tener una producción grande, podemos ofrecer precios más competitivos".
De La Palma del Condado salen, además de cirios para los nazarenos, cera para los pasos, para los cultos o velas rizadas. Trabajan todos los productos y advierten de la confusión que generan los fabricantes que venden sus productos como cera pura: "Todo el que diga que su producto es cera 100% de abeja miente. Y eso se puede comprobar en un laboratorio. La cera pura de abeja es, en realidad, parafina que se aditiva con una cantidad de cera pura de abeja, normalmente el 25% o el 30%. La cera pura, por su estructura, no tiene consistencia alguna".
Pero lo que más influye en la calidad de la cera es el precio que se esté dispuesto a pagar. "La parafina, que es un derivado del petróleo, también tiene calidades. La hay mejor y peor. Es como un jamón de pata blanca y uno de pata negra", resume Antonio García.
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