Huelva de ayer a hoy

La Cinta, acción de gracias por El Conquero

  • La Patrona de Huelva vuelve a salir como lo hiciera siempre, hasta que se realiza la capilla exposición en 1967, por la puerta principal de su santuario una vez remozado todo su mirador

La Virgen de la Cinta en su bajada en 1963, rodeada de cientos de onubenses. ARCHIVO HDAD. DE LA CINTA

La Virgen de la Cinta en su bajada en 1963, rodeada de cientos de onubenses. ARCHIVO HDAD. DE LA CINTA

La Virgen de la Cinta vuelve hoy a bajar por El Conquero a encontrarse con Huelva. Esta es una ocasión muy especial; aunque siempre hay un algo que cada año la hace distinta y emocionante en el corazón devoto, este año es muy especial.

¡Cuántos deseos de encontrarse con Ella en ese clarear del amanecer en su santuario!

Dos años sin estar acompañándola por este río de emociones y plegarias. Mientras se sucedía ese sueño de estar junto a su carabela de plata en la que navega al encuentro de Huelva.

La Virgen de la Cinta en su última bajada en 2019, a su llegada al Obispado de Huelva. La Virgen de la Cinta en su última bajada en 2019, a su llegada al Obispado de Huelva.

La Virgen de la Cinta en su última bajada en 2019, a su llegada al Obispado de Huelva. / alberto dominguez

¡Cuántas oraciones! En estos dos años te hemos tenido más cerca, aunque no pudiéramos haber estado juntos.

Sí, pasamos miedo. Mucho miedo. Cuando la ciencia no había resuelto nada Tú eras el remedio. Lo fuiste entonces y lo sigue siendo ahora.

Desde nuestras casas, cuando no podíamos salir de ellas, el corazón se iba derechito hacia El Conquero. Volaba en un suspiro buscando tu libertad.

¡Cuántos rezos! Por los que se marchaban a la morada del Cielo azul de Huelva, a los que no pudimos despedir.

Por los que descansan ahí, a tu vera, en ese trozo del Paraíso que son tus hermosos jardines.

En el día a día has estado ahí, en la mente de todos. Elevamos oraciones, te contábamos nuestras cosas, y te pedíamos por todos.

Tiempos estos para pararse y entender las debilidades de este mundo que lo entiende todo controlado por las manos del hombre, cuando al final no es así.

Afortunadamente te tenemos a ti, Madre de la Cinta.

Es un cúmulo de sensaciones que se unen hoy en esta mañana de agosto. Cuando El Conquero se perfuma de jazmines y dama de noche, mientras los eucaliptos centenarios crean ese palio verde en sotobosque, y tu paso se refleja en las Marismas de Odiel.

Ese será el momento de la acción de gracias por tu protección en este tiempo de Pandemia. ¡Gracias Virgen de la Cinta!

Después de estos dos años de ausencia por El Conquero en la bajada esperada para tu novena, volvemos a la vida, a la ilusión, a los abrazos, a estar junto a tu paso.

Deseamos ese momento con ansiedad, lo soñamos en aquellos días aciagos y lo esperamos al amanecer de cada día.

Repicará de nuevo, en enloquecida algarabía de fiesta, tu espadaña. Campanas en su música de bronce. Las puertas de tu santuario se vuelven a abrir para desde tu patio, como siempre ocurriera, salgas a encontrarte con tus devotos en ese abrazo a Huelva desde El Conquero, en este nuevo y hermoso mirador y paseo, que se estrena con tu presencia.

Cantaremos la Salve de los Marineros y recordaremos la estrofa en la que se hace la petición por las necesidades de tu pueblo: guerra, piratas e incendio, mientras la más antigua incluía también un ruego por las epidemias que se padecía, recordando que su casa fue lazareto.

Continuaremos gozosos junto a tu paso que se viste de luz y sol.

Este es el día soñado, el del reencuentro en El Conquero, el de la acción de gracias a la Virgen de la Cinta, Patrona de los choqueros, por haber cuidado de nosotros.

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