Chacón hace una pausa La heredera de Zapatero
La ministra de Defensa, poco aficionada a dar ruedas de prensa, sorprendió a la clase política y a los periodistas con su convocatoria inesperada en la sede del PSOE
Concejala con 28 años, diputada con 29, vicepresidenta del Congreso con 33, ministra de Vivienda con 36 y primera mujer al frente de Defensa con 37, Carme Chacón ha recorrido en apenas una década una prometedora carrera política en la que ayer decidió hacer una pausa.
Con su habitual semblante serio, y voz emocionada, Chacón, poco aficionada a conceder ruedas de prensa, convocó por sorpresa a los periodistas para anunciar que no será candidata en las primarias socialistas para elegir al sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno español.
Había tomado la decisión de presentarse hace casi cuatro meses pero nunca había reconocido públicamente sus intenciones y ahora, dos días antes del Comité Federal que debía en un principio convocar las primarias y ante la crisis abierta en el PSOE tras las elecciones, anunció que no lo hará por la unidad del partido y la estabilidad del Gobierno.
Chacón deja el camino despejado a Alfredo Pérez Rubalcaba y congela de momentos sus aspiraciones, aunque su nombre volverá a todas las quinielas cuando, más tarde o más temprano, llegue la sucesión de Zapatero en la secretaría general del PSOE.
A sus 40 años, Chacón vive entre Madrid y Barcelona y, en cuanto sus obligaciones se lo permiten, se acerca hasta Esplugues de Llobregat, su localidad natal, para ver a su familia y amigos.
Acaba de cumplir tres años al frente de Defensa, su imagen embarazada de su hijo Miquel dio la vuelta al mundo, y lo primero que hizo fue visitar a las tropas desplegadas en Afganistán.
Desde su llegada al Gobierno no ha dejado de crecer su popularidad en las encuestas, y el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) la situaba en segundo lugar en el gabinete, a menos de dos décimas del que, hasta ayer, se esperaba que fuera su contrincante en las primarias, Rubalcaba.
La sobriedad y las escasas comparecencias ante los medios han caracterizado hasta el momento su etapa al frente de Defensa.
La accidentada retirada de Kosovo y la conclusión de la presencia española en Bosnia, tras 18 años ininterrumpidos, han sido algunos de los principales acontecimientos de estos últimos tres años de su labor al frente del Ministerio.
Bajo su mando, España ha iniciado las misiones en Libia y Somalia, ha mantenido la del Líbano y Afganistán y ha enviado militares a otras misiones más puramente humanitarias como Haití y Chad. En el plano legislativo, sus mayores logros se centran en la ley de la carrera militar y la ley de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas, que actualmente se encuentran en trámite de aprobación parlamentaria.
Licenciada en Derecho y militante del PSOE desde los 16 años, Chacón es aficionada a la poesía y al baloncesto y declarada seguidora del Barça, como su mentor político en Madrid, el presidente Zapatero.
Él quiso que fuera un símbolo del avance de la mujer en España, y ella ha hecho de la igualdad de género una de sus banderas, convencida de que el país estaba ya preparado para que la presidencia del Gobierno la ocupara una mujer, también catalana.
Con su decisión, ha dado un paso atrás en su meteórica carrera política para que el PSOE dé un paso adelante, según ella misma ha reconocido, apartándose de momento de la guerra en la que se ha implicado la vieja guardia del partido.
POCO después de que el lehendakari Patxi López apostara públicamente por la celebración de un congreso extraordinario, la ministra de Defensa y aspirante junto al vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a sustituir a Rodríguez Zapatero como cabeza de cartel electoral en 2012 Carme Chacón, ha dado "un paso atrás" y ha dejado el camino expedito al actual número dos del Gobierno.
Mañana, sábado, el líder socialista activará las primarias y planteará una conferencia, que no un congreso, para relanzar a Pérez Rubalcaba. La socialista catalana, que tenía decidido presentarse a las primarias socialistas desde principios de febrero -sorprende porque ZP no anunció su renuncia hasta abril-, explicó que ha reconsiderado su decisión al constatar que la escalada de manifestaciones contra el proceso electoral interno ponía en "riesgo la unidad del partido, la imagen del presidente del Gobierno e incluso la estabilidad del Gobierno".
Chacón, por fin, se ha dado cuenta de que, tras la debacle electoral del 22-M, el PSOE no estaba ahora para ella. Más que un gesto de responsabilidad lo suyo ha sido un acto de lucidez. Debería dar las gracias a todos aquellos que la han obligado a dejar para mejor ocasión -quizás para 2016- ese proyecto tan sólido y bien pensado que tenía guardado como oro en paño.
En política, los experimentos con gaseosa, y, tras la reciente sangría electoral sufrida por el PSOE, Chacón era ni más ni menos que la heredera de Rodríguez Zapatero, harina del mismo costal.
Con tan impresionante legado, los socialistas se arriesgaban a batir de largo en 2012 el récord de bajo respaldo ciudadano que cosechó Joaquín Almunia en las elecciones generales del año 2000.
Con Pérez Rubalcaba, pueden, al menos, intentar salvar los muebles.
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