En el titán

Centenario de la clínica de Mackay y Macdonald

  • Funcionando desde 1913 acabó dejando sitio a un enjambre de chalés que se levantan en la zona.

La presencia de los ingleses en Huelva fue no sólo clave para el desarrollo industrial de nuestra provincia, sino igualmente fundamental en algunas mejoras como fue en el campo de la medicina. En esto hay que tener especialmente clara la contribución de los doctores William Alexander Mackay y John Macdonald Mackay, llegados a finales del siglo XIX para atender a los empleados de la Compañía Riotinto Limited. El doctor Mackay puso sus pies en la ciudad de Huelva en 1880, proveniente de Escocia y doctorado en Edimburgo. El doctor Macdonald, sobrino del anterior, lo hizo seis años más tarde. Trabajaron ambos en el antiguo hospital inglés, ubicado en la calle San Andrés.

En 1894 cuenta el doctor Mackay con su primera clínica en Huelva, instalada en la calle Alfonso XII, número 13, donde atiende a numerosos onubenses, trasladándose después a la calle de la Fuente. Además contó con consulta particular en las calles Rico y Monasterio.

Los cirujanos van a necesitar de una clínica con mayor capacidad para atender a sus pacientes. Piensan en un lugar diáfano algo alejado del centro de la ciudad. Eligen para ello la zona conocida como Viñas de San Pedro, un lugar solo atravesado por un viejo callejón, el de Montrocal, que comunicaba el corazón de la calle San Sebastián, con la otra parte de Huelva, allá por el Matadero. No estaba aún construido ni el Barrio Obrero Reina Victoria ni la clínica de los ingleses, que con el mismo criterio de buscar aires buenos para un sanatorio se instala en el cabezo que en la actualidad ocupa el centro comercial Hipercor y Tiendas El Corte Inglés.

La clínica de Mackay y Macdonald se encargó a Moisés Serrano, en febrero de 1912. Al año siguiente ya estaba en funcionamiento, inaugurándose el 13 de junio de 1913. El edifico contaba con dos cuerpos: el conocido con el nombre de Virgen del Carmen y el otro La Salud. En total disponía de 20 camas y de numerosos adelantos técnicos.

Francisco Montero Escalera, en un recorrido por la Huelva de comienzos del siglo XX, se detenía en el diario Odiel a hablar de los centros hospitalarios de Huelva, dejando patente el afecto de la ciudad a estos doctores: "En todo buen onubense debe quedar perpetuada la memoria del doctor Mackay, fundador de la clínica de su nombre que montara a su expensa con todas las condiciones científicas e higiénicas que aconsejaba la cirugía moderna de la época y con su gabinete de microscopio correspondiente. Fue instalada la clínica en la calle General Bernal (antes Fuentes), secundado en la dirección al doctor Mackay el que también fuera eminente doctor don Juan Macdonald, auxiliados por los médicos don José García López y don Pedro Seras. Actuaba de practicante don José Ramos y de enfermera la distinguida Miss Cecilia Gullies. No obstante los cuantiosos gastos y desembolsos que se le ocasionaron al doctor Mackay para montar un establecimiento de tal índole en el que se trataba a los pobres de Huelva gratuitamente, cuando necesitaban cirugía mayor, nunca llegó a solicitar subvención de ninguna especie".

La ciudad reconoció la labor de ambos doctores dedicándoles en 1921 una calle, con artístico rótulo con los nombres de Mackay y Macdonald en la casa de los Litris, en la esquina con la calle San Sebastián, que desapareció con el derribo de la casa. En 1923 Alejandro Mackay recibió el título de Hijo Adoptivo de Huelva. Mackay fue presidente del Recreativo de 1903 a 1906.

La clínica que tenía una belleza especial, por contar un estilo que recordaba a antiguos castillos ingleses, sufrió el abandono en los años setenta, siendo demolida y su espacio dio paso a un enjambre de chalés sin gusto alguno, acabando también con parte del cabezo. Antes de su derribo fue utilizada por el Auxilio Social como centro para jóvenes José María Patiño, hasta 1976.

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