Economía

Celebración del compromiso

  • La Caja Rural del Sur celebra los 50 años de la entidad en Huelva con un sencillo recuerdo a José Luis García Palacios

  • Los consejeros más veteranos de la antigua Caja Rural de Huelva reciben un cálido reconocimiento

El Ministerio de Hacienda reconoció el 7 de octubre de 1968 la Caja Rural Provincial de Huelva como “caja calificada”. Ese mismo año de constitución, la entidad concedió 2.138 préstamos a agricultores por valor de 117 millones de pesetas. En sólo cuatro años, las operaciones de crédito aumentaron exponencialmente hasta 27.126, alcanzando un montante de 1.535 millones de pesetas. Los datos muestran la importancia de una caja directamente ligada al progreso de la provincia. Fueron 25 cooperativas agrícolas las que se asociaron entonces, cuando pusieron los cimientos de una transformación fundamental, capaz de convertir el campo onubense en motor de desarrollo y en un pilar fundamental de la economía, ejemplo en España, líder en Europa.

Hace cinco meses de la efeméride, pero ha sido esta semana cuando en la Caja Rural del Sur se ha querido echar la vista atrás y celebrar ese medio siglo de entrega y compromiso con la provincia de Huelva. Fue en un acto sencillo, muy familiar, de puertas para adentro, con la mente puesta en todo momento en el gran artífice de esa modélica expansión, José Luis García Palacios, cuyo busto, cuatro meses después de su inesperada desaparición, preside desde el martes la sede central de Huelva.

Junto a este emocionante homenaje, el reconocimiento, también, a los consejeros de época pasada, de la antigua Rural de Huelva, en el marco de una comida de hermandad celebrada en la Hostería de La Rábida, el mismo escenario que en agosto de 2000 acogió una de las últimas reuniones previas al acuerdo para la fusión de Huelva y Sevilla en la actual Caja Rural del Sur.

Antes de llegar a aquel punto de encuentro natural, hace 19 años, el camino de la entidad en la provincia onubense fue ejemplar. Aquella idea inicial, a medidados de los 60, del abogado triguereño Antonio Rivero Rodríguez, secundado por Antonio Rodríguez Salguero y Manuel Casillas Mantilla, se sustentaba en el deseo creciente de dar respuesta a las necesidades de financiación de los agricultores.

El campo sufría entonces una acusada falta de infraestructuras y requería de una urgente transformación de los cultivos a través de los regadíos. El hombre clave fue García Palacios. Al inicio de los 70, con sólo 34 años, ya era vicepresidente de la Cámara Agraria Provincial de Huelva y de la Hermandad de Labradores y Ganadores. Las miradas apuntaban a él, y aunque se frustró un intento inicial de la Junta Rectora de incorporarle como vicepresidente, en dos años, en marzo del 72, con la renovación de cargos, accedió directamente a la presidencia de la Caja Rural de Huelva, en sustitución de Santiago Cumbreño.

José Luis García Palacios ya tenía entonces consideración de joven tenaz y emprendedor, gran conocedor del medio. Mientras elevaba el papel de la caja como principal sociedad cooperativa de la provincia, trabajaba en el fomento del asociacionismo y el cooperativismo en todas sus comarcas, y en poner todos los medios posibles para el incremento de las hectáreas de regadío onubenses, sin desdeñar, ya entonces, el cuidado de la naturaleza.

Pocos saben que suyo es el mérito de que hoy haya producción vinícola de Huelva. Cuando la uva zalema quedó excluida de las variedades aptas para su transformación en vino, adquirió y cedió una finca en Villarrasa para la experimentación, donde se acabó demostrando la idoneidad de la variedad onubense, cuerpo ahora de blancos jóvenes afrutados tan reconocidos.

Regar cabezas

Eran tiempos en los que García Palacios tenía muy presentes las palabras de su padre, convertidas casi en un mantra: “Hay que regar las cabezas antes que las tierras”. Fue germen también de su proyecto Huelva Verde, impulsor del conocimiento y la investigación, en los albores de los frutos rojos y su conquista de la agricultura provincial, alentados también por la conquista de infraestructuras básicas, demanda de mucho tiempo atrás.

Por aquellos años, a finales de los setenta y principio de los ochenta, la Caja Rural de Huelva hizo un importante desarrollo de sus Servicios Agrarios, que influyeron decisivamente en esa mejora pretendida del sector en la provincia, en la que la entidad fue actor destacado.

Agricultores y cooperativas caminaban de la mano. La caja era fuerte, como ninguna, y salvó la crisis que afectó a la mayoría de las rurales en España, que tuvieron que recurrir al fondo de garantías. Cuando culminó el proceso de saneamiento en el país, García Palacios lideró la reorganización del cooperativismo de crédito con la fundación del Banco Cooperativo Español, del que también fue presidente, disponiendo al sector para el cambio de siglo.

Pero el hito entonces fue el proceso de fusión, madurado durante los noventa y culminado en septiembre de 2000, entre las cajas rurales de Huelva y Sevilla, ratificado en el BOE el 3 de enero de 2001. Córdoba y Jaén quedaron fuera del acuerdo, aunque la primera se incorporaría en 2014 a la nueva Caja Rural del Sur.

Siempre se antepuso en las negociaciones el empeño de García Palacios porque se reconociera el capital y los beneficios superiores de Huelva, además de su posición de liderazgo en el proceso. Después de múltiples reuniones, como aquella a tres bandas en la Hostería, José Luis García Palacios y Jaime de Parias Merry cerraron el acuerdo final de las cajas de Huelva y Sevilla en una comida en la Venta Pazo de Sanlúcar la Mayor, con control mayoritario onubense.

Respetada y admirada

La Caja Rural del Sur empezó su andadura como tercera de España por volumen de activos y se ha convertido con el paso de los años, también tras la integración de Córdoba, en una de las entidades más respetadas y admiradas del sector crediticio en España, con reflejo directo en la evolución de la agricultura en Andalucía Occidental, y muy especialmente en Huelva.

En mayo de 2017, José Luis García Palacios entendió que debía echarse a un lado y, tras llevar en el cargo desde 1972, dejó la presidencia en manos de su hijo José Luis García-Palacios Álvarez, encargado ahora de dirigir la entidad para emprender los nuevos retos de un entorno dinámico y más exigente, siempre impulsado por el compromiso con Huelva y su desarrollo económico.

La moderna y actual Caja Rural del Sur tiene muy presente su historia en sus fundamentos, con José Luis García Palacios al frente, y tantos que junto a él trabajaron, como Felipe Romero Buzón, Antonio Rafael González Flores, Ignacio López Roldán, Vidal Vides Cansino, Manuel Martínez Oria, Urbano Bardallo Romero, José Morales Vaca y Antonio García Domínguez. Para ellos fue el aplauso de los suyos en el homenaje del martes.

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