Catorce etarras cumplen condena en la prisión provincial de Huelva

A día de hoy sólo dos miembros femeninos de la banda terrorista ETA pasan sus días tras las rejas del módulo de aislamiento de la penitenciaría onubense · Se trata de Ana Belén Egues y Lourdes Churruca

Vista desde el exterior de la penitenciaría onubense en el día de ayer.
Vista desde el exterior de la penitenciaría onubense en el día de ayer.
Redacción/ R.r.r. / Huelva

14 de junio 2009 - 01:00

Un total de 14 presos de la banda terrorista ETA se encuentran internados a día de hoy en la Prisión Provincial de Huelva, que cuenta con una población total reclusa de 1.600 personas, según datos de la Subdelegación del Gobierno en Huelva. ETA planeaba ayudar a escaparse de la cárcel de Huelva a varios etarras, entre ellos Jorge García Sertucha, condenado a 109 años por intentar matar al Rey y cuya celda fue registrada, según informaron a Efe fuentes de la investigación.

En relación con estos hechos, las mismas fuentes precisaron que al menos se ha producido una detención en la cárcel de Huelva, que se trataría de la novia -de visita en el centro penitenciario- de uno de los presos que planeaba fugarse del centro penitenciario onubense.

Uno de los protagonistas de la investigación culminada ayer por la Guardia Civil en el marco de la Operación Txoko, Jorge García Sertucha, estaba interno en Huelva, de donde planeaba escapar. Fue miembro de un comando legal de apoyo al comando Vizcaya de ETA en 1991; tras su huida a Francia, se integró en el comando que se desplazó a Mallorca para intentar atentar contra el rey don Juan Carlos. Fue detenido en agosto de 1995 y desde entonces permanece encarcelado, condenado a 109 años de prisión, caracterizándose como uno de los presos que en mayor medida se mantiene en la órbita del apoyo a las tesis de la dirección de ETA.

El otro elegido por la banda terrorista para protagonizar la fuga, Ígor Solana Matarranz, también había pasado por las celdas de la prisión onubense, hasta que el pasado mes de febrero fue trasladado a la valenciana de Picassent. En 1993 se integró en ETA como miembro del comando de información Atxarre y en agosto de ese año participó en la agresión multitudinaria a un agente de la ertzaintza durante las fiestas de Bilbao. Posteriormente, se integró en el comando de liberados Erraia, participando en varias acciones terroristas, entre ellas los asesinatos de José María Martín Carpena, Luis Portero García y Antonio Muñoz Cariñanos. Fue detenido en Sevilla el 16 de octubre de 2000 y desde entonces permanece en prisión. Ya en enero de 2001 intentó fugarse sin éxito del Centro Penitenciario de Nanclares de la Oca (Álava), tras serrar los barrotes de su celda.

En la prisión provincial de Huelva se hallan además otros históricos de la banda, como Antonio Troitiño, miembro del comando Madrid y hermano de Domingo Troitiño, responsable del atentado de Hipercor de Barcelona que se cobró la vida de 21 personas en 1987. Por estos hechos fue condenado a 794 años de prisión, aunque podría ser de los primeros en salir del centro penitenciario onubense. Troitiño participó en 1986 en un atentado en la plaza de la República Dominicana de Madrid en el que murieron doce guardias civiles, intentó asesinar al Fiscal General del Estado y colaboró en otros dos atentados. Está juzgado y condenado por numerosas acciones que suman una condena de más de 2.500 años, aunque su puesta en libertad está prevista para 2013.

Un año después podría salir a la calle Jesús María Zabarte, que fue el responsable del histórico comando Donosti hasta 1984, cuyas condenas rondan los 600 años de cárcel por 17 asesinatos. Ingresó en ETA en 1967 y fue encarcelado en los setenta, pero quedó en libertad gracias a la amnistía de 1977. Tras dos años dedicados al reclutamiento de nuevos activistas y a colocar alguna bomba ocasional, en diciembre de 1980 huyó a Francia ante el temor de ser detenido. Dos meses después de haber huido, regresó como integrante del comando Donosti en el que permaneció hasta su arresto, el 24 de junio de 1984. Al lado de activistas como Juan Oyarbide Aramburu, Txilibita, o Manuel Urionabarrenetxea, Manu, ya fallecidos, protagonizó una de las etapas más sangrientas del comando Donosti.

Otro histórico es el líder del comando Barcelona, Felipe San Epifanio, ex miembro de la Mesa Nacional de HB (fue parlamentario en 1991), que tiene condena hasta el 2022. San Epifanio, discípulo del máximo dirigente financiero de ETA, organizó la red de extorsión para el cobro del impuesto revolucionario. Cumple una condena de 31 años y seis meses.

Juan Ignacio Aldana Celaya, por su parte, también pasa sus días tras las rejas de la prisión onubense, con una condena impuesta de 50 años de prisión por su participación en diversas acciones y atentados (entre éstos, contra un policía local de Baracaldo), formó parte del comando Vizcaya y fue condenado por encubridor en varios asesinatos.

Por otra parte, José Carlos Apezteguía pasó una corta estancia en la Prisión del Puerto III después de que se descubriera que estaba recabando datos de los funcionarios de la cárcel de Huelva durante un registro en su celda, en el que se halló un listado con los nombres de una veintena de trabajadores. Tras este episodio, el que fuera uno de los principales cobradores y miembros de la red de extorsión de la banda terrorista, regresó a la macrocárcel onubense en abril del 2008.

De los últimos miembros en llegar es el abogado habitual de los componentes de la organización terrorista, Txema Matanzas, que fue condenado en el macrojuicio contra la banda por integración en ETA en grado de dirigente a un total de 14 años de cárcel.

Alrededor de dos años lleva en el módulo de aislamiento de Huelva Arkaitz Agote, uno de los pistoleros del comando Donosti desarticulado en marzo de 2007, en cuyo poder se encontró documentación sobre las negociaciones entre el Gobierno y ETA, así como un manual sobre las fórmulas barajadas por los terroristas para que Batasuna pudiera presentar a las elecciones de ese año e información referente a 450 personas.

Otro de los reclusos de Huelva es el etarra Gorka Loran, condenado a 2.775 años de prisión por la colocación de 28 kilos de dinamita en el Intercity Irún-Madrid el 24 de diciembre de 2003. También se halla en la prisión provincial Ana Belén Egues Gurruchaga, máxima responsable del comando Madrid entre 1999 y 2001, así como Lourdes Churruca, miembro del comando Vizcaya desde 1993 a 1994, Asier Carrera e Ignacio Bilbao, más conocido como Iñaki de Lemona, uno de los etarras encarcelados que envió una carta a la dirección de la banda terrorista en agosto de 2004 pidiendo el abandono de las armas.

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