El sábado tendrá lugar en la Catedral de Huelva la misa pontifical por la festividad del patrón de la Diócesis de Huelva, San Leandro. La eucaristía tendrá lugar a las 19:00  y estará presidida por el obispo de Huelva, Santiago Gómez, y concelebrada por el obispo emérito, José Vilaplana.

En la época floreciente de la Iglesia hispanovisigótica se estableció un episcopado en la sede de Elepla (Niebla) al menos desde el año 466, donde es conocido su primer obispo, Vincomalos (424-509), que ocupó la sede de Niebla en el 466. Aunque no se ha podido reconstruir cuáles fueron los límites geográficos de la diócesis iliplense, se piensa que ocupó la mayor parte de lo que es la actual Diócesis de Huelva. Y es en estos someros datos donde podemos encontrar los orígenes cristianos en Huelva, siempre vinculada a la metropolitana sede hispalense.

El 22 de octubre de 1953 a través de la Bula Pontificia Laetamur Vehementer es fundada la Diócesis de Huelva, segregada de la de Sevilla, y se piensa en San Leandro, aquel insigne obispo de Sevilla que tanto protagonismo tuvo en la Iglesia de la Península Ibérica y también en la vecina diócesis iliplense en su época de mayor consolidación.

San Leandro es reconocido porque consiguió que se convirtieran al catolicismo las tribus visigodas que invadieron la península y que su rey Recaredo I se transformara en fervoroso creyente. 

En la jornada en honor del patrón de la diócesis onubense el matrimonio formado por Vicente Morales y Rosa Escala recibirán de manos del obispo de Huelva la medalla Pro Ecclesia et Pontificie, con la que el papa Francisco reconoce la trayectoria al servicio de la evangelización de este matrimonio.

Morales y Escala son padres del grupo Brotes de Olivo y han vivido consagrados a la Iglesia desde antes de su boda, el 15 de abril de 1961. Han sostenido sus 60 años de matrimonio en tres pilares que han sido la base de su proyecto de vida y el núcleo de su predicación: el servicio, la libertad y la comunión.

Tienen 13 hijos, 29 nietos y 4 bisnietos y junto a los primeros formaron el grupo Brotes de Olivo, portavoces del evangelio durante 50 años, con centenares de conciertos, 27 discos y multitud de colaboraciones musicales con otros artistas y muchos kilómetros recorridos anunciando la Palabra de Dios, procurando y provocando experiencias de comunión.