En el Titán

La elegante Casona de la alameda

  • La iniciativa privada tiene en marcha la restauración de un edifico singular que forma parte de la historia de la ciudad

  • En sus talleres de Viudad e Hijos de Muñoz se imprimía el periódico La Provincia de Huelva

Las obras ya se están llevando a cabo en el edifico de La Casona.

Las obras ya se están llevando a cabo en el edifico de La Casona. / Josué Correa

La verdad es que tengo que decir que cuando pasé por La Casona sentí una gran alegría al ver que estaba en obras. Parecía un espejismo después de tantos años cerrada y en tan mal estado en el que le hemos visto. El incendio resultó en pleno confinamiento todo un dolor compartido en la ciudad.

La Alameda Sundheim ofrece estos días la buena nueva que todos celebramos y que ya anunciaba en estas mismas páginas nuestro compañero Javier Ronchel. La verdad que desde hace años la cuestión de la restauración de La Casona ha sido causa común para los redactores de esta casa, que vimos en ello la necesidad de mantener un edificio histórico y tan emblemático como la antigua vivienda de los Mora.

Es, sin duda, una expresión más de esa sensibilización tan especial que siempre ha mostrado Huelva Información, en este caso, por el patrimonio histórico. Lejos de caer en saco roto ha ofrecido un cauce de información, conocimiento y denuncia de edificios tan emblemáticos como este, creando una marea de sensibilización hacia el patrimonio.

Por ello, en esta semana nos sentimos contento y compartimos la alegría con quienes han podido iniciar este nuevo proyecto de recuperación histórica y empresarial de La Casona.

Se trata de iniciativas ilusionantes pero igualmente muy arriesgadas, más en el momento en el que pasa nuestra ciudad y muy en particular la hostelería, ya que será este el fin comercial.

Es especialmente significativo que sea la iniciativa privada la que emprenda estos proyectos, en el que al final también la sociedad local se va a beneficiar de mantener, en este caso, un edificio singular que marca toda una época en Huelva. Aquella en la que aun cuando todo terminaba en El Punto, se extendía hacia la nueva alameda, una zona para la ciudad jardín.

En ella se fueron perdiendo edificios significativos, como Villa San Carlos que aquí sigue latiendo el espacio de su finca convertido en el colegio Safa Funcadia, por la generosa fundación que sus propietarios hicieron en beneficio de la educación de los jóvenes onubenses.

Otros edificios desparecieron, como la antigua Escuela de Minas. Eso es hoy recuerdo que se refrescan en antiguas postales, recreándonos en una Huelva de ayer que también tenía su encanto.

Los onubenses cada vez se muestra más sensibilizados por su patrimonio

Ahora se recupera con La Casona no solo un espacio, unos edificios, sino también parte de la historia local. No hay que olvidar que además de ser vivienda de la familia Muñoz, en la zona trasera se conserva la nave de lo que era la imprenta de Viudas e Hijos de Muñoz, de tanta vida e importancia porque cumplía con las necesidades de la ciudad. Lo que no es menos importante es que aquí se imprimía en sus talleres el periódico La Provincia de Huelva, decano durante tantas décadas de la prensa local. En la actualidad su páginas en la hemeroteca de la Fundación Diego Díaz Hierro, en el Archivo Municipal de Huelva, constituye una de las fuentes más consultadas para conocer la historia de esta ciudad, de su vivir y de sus aspiraciones en un época nada fácil.

Es, por tanto, un gran acontecimiento cultural ya que lejos de dejarse morir estas paredes con tantísima historia se mantengan y, además, con un uso que va a permitir que todos los onubenses podamos disfrutar de sus instalaciones.

Esperamos, por ello, que el proceso de restauración cuente con el mejor ritmo en sus obras y muy pronto podamos volver a sentarnos en uno de sus veladores, que permitía esa estancia compartida.

Igualmente es importante que aunque se trate de una iniciativa privada, desde el Ayuntamiento de Huelva se haya sensibilizado y de alguna forma contribuya a promover desde Urbanismo estas iniciativas privadas que recuperan el patrimonio que es de todos, porque no solo forma parte del paisaje de la ciudad, sino de su historia.

Es el momento de valorar estos proyectos privados y de animar otras iniciativas, a la vez que felicitar sin reparos este proyecto que ahora nace. ¡Felicidades y gracias!

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