Huelva

Diez años de la Casa de los Milagros de Cáritas de Huelva: Un hogar para más de 130 personas enfermas y sin recursos

Imagen de archivo de la Casa de los Milagros de Cáritas de Huelva.

Imagen de archivo de la Casa de los Milagros de Cáritas de Huelva. / Josué Correa

La Casa de Acogida Nuestra Señora de los Milagros, proyecto de Cáritas Diocesana de Huelva cumple, este mes de noviembre, diez años siendo un hogar para personas enfermas que, sin recursos ni apoyos sociales o familiares, necesitan un lugar donde llevar a cabo la recuperación personal y el cuidado necesario para sus problemas de salud. Para celebrar esta década, Cáritas Diocesana de Huelva ha querido conmemorar este hecho con todas las personas que han sido parte de esta casa en todos estos años.

En 2013, ante el fallecimiento de una persona sin hogar, que vivía en la calle y que no tenía los cuidados necesarios para su recuperación, José Vilaplana, obispo emérito, quiso atender una realidad que, hasta el momento, no tenía respuesta. Y así empezó esta andadura. Diez años más tarde, la Casa de Acogida Nuestra Señora de los Milagros sigue siendo la respuesta a personas que necesitan un lugar digno, confortable y seguro que les ayude a afrontar los procesos de recuperación, un hogar donde sentirse seguro, cuidado y acogido.

Celebración de uno de los actos conmemorativos por los 10 años. Celebración de uno de los actos conmemorativos por los 10 años.

Celebración de uno de los actos conmemorativos por los 10 años. / M. G.

Hasta el momento, son 127 personas las que han pasado por la casa, entre ellas personas que atravesaban enfermedades oncológicas, traumas u operaciones. También la casa acompaña un aspecto de la vida muy importante: la muerte. Por eso, para 13 personas esta casa fue el hogar que les acompañó para morir con dignidad. Actualmente el proyecto se encuentra al completo, siendo siete las personas acogidas.

En estos diez años de vida el voluntariado se ha convertido en un punto cardinal del proyecto. Por la casa han pasado muchas personas voluntarias que, día tras día, han compartido su tiempo saliendo al encuentro del otro que sufre, acompañándolo a las citas médicas, haciendo la comida, enseñando español, estando por las noches, haciendo salidas de ocio y, en definitiva, teniendo un sinfín de experiencias. Desde Cáritas Diocesana de Huelva agradecen a todas estas almas voluntarias su generosa participación y su colaboración para que, a lo largo de estos diez años, muchas personas sin hogar hayan tenido la oportunidad de recuperar la esperanza y una vida en dignidad.

Por otro lado, los socios, los donantes y las hermandades han tenido un papel fundamental, ya que han apoyado económicamente al proyecto durante todos estos años. “Y lo más importante es que queremos seguir caminando, ofreciendo nuestras manos y nuestro corazón a quienes necesitan aire fresco y alivio en sus vidas. Queremos seguir formando y trabajando para conservar lo que tenemos: un hogar donde todos somos y nos reconocemos como una sola familia”, explican desde Cáritas Diocesana de Huelva.

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