La Casa del Guarda del Barrio Obrero será rehabilitada como cafetería

Se gesta una iniciativa empresarial para rehabilitar como cafetería la Casa del Guarda del Barrio Obrero, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) dentro de este Conjunto Histórico. Legado de la Huelva británica, esta construcción deberá conservar todo el empaque de la arquitectura colonial como emblema de la antesala de esta ciudad-jardín. Un residencial que nació en los años veinte para albergar a los empleados de la Riotinto Company Limited (RTCL) y que -pese a las actuaciones que lo han desvirtuado- es una de las joyas del patrimonio onubense.

El anteproyecto que ha recalado en el Ayuntamiento se ha saldado con el informe favorable del departamento de Disciplina Urbanística al cambio para actividad de cafetería. La vivienda que se construyó para el servicio de portería del barrio, al estar aislada del resto del conjunto residencial y más cercana a la avenida, tiene una ubicación más propicia para usos terciarios o dotacionales que para residencial. Así lo entienden los técnicos municipales, sosteniendo en su informe que el uso propuesto "posibilitará la puesta en valor de la edificación mediante las necesarias actuaciones de reparación y rehabilitación y que garantiza las actuaciones de mantenimiento propias en edificaciones que sostienen actividades de pública concurrencia".

La propiedad del edificio plantea eliminar la tabiquería y redistribuir los espacios interiores para adecuar el inmueble al uso de cafetería. Señala el informe que en el anteproyecto se mantiene la volumetría y se mejora la apariencia formal con la eliminación de las rejas de las ventanas y sustitución de la carpintería existente por una que emule a su concepción original. Esta intervención se ha estimado procedente. Sin embargo, Urbanismo insta a los arquitectos que han elaborado este anteproyecto a depurar algunas cuestiones, abogando, por ejemplo, por eliminar el añadido previsto (elemento anexo no original en el que se dispondrían los aseos), del mismo modo que, por motivos de visibilidad del edificio, se informa desfavorablemente sobre la elevación del cerramiento de la parcela y la instalación de los toldos propuestos para sombrear la zona de veladores.

Con estas prescripciones, la actuación se encuentra todavía pendiente de licencia de obras municipal, pero el cambio de uso ha sido autorizado contando también con el visto bueno de la Delegación Provincial de Cultura y de la Comisión de Patrimonio.