Cardeñas, un barrio que surge en la marisma

El barrio de Cardeñas surgió de la marisma. Los vecinos ganaron terreno a las aguas, rellenando y consolidando el suelo donde posteriormente realizaron sus viviendas. No obstante, la antigua barriada ha dado paso a una nueva con el desplazamiento del núcleo residencial unos metros con la primera fase contemplada dentro del Área de Rehabilitación Concertada Marismas del Odiel, un programa de la Consejería de Obras Públicas y el Ayuntamiento de Huelva, el antiguo barrio ha pasado a la historia, se demolieron las antiguas viviendas, y sólo quedan los recuerdos, así como la casa del obrero de vía.

La casa del obrero de vía, una seña de identidad de Cardeñas, está sumida en el más profundo abandono. El edificio, que data de finales del siglo XIX, presenta un avanzado estado de deterioro, a pesar de formar parte del legado histórico de Huelva relacionado con el ferrocarril. Sólo queda en pie la estructura de la edificación, la única de estas características que hay en la urbe.

El inmueble, de 1886, formaba parte de las construcciones de la línea del ferrocarril Huelva-Zafra, vinculado al paso a nivel que en este punto de la vía hacía la llamada vereda de Cardeñas. Dejó de funcionar en 1976 al cambiar el trazado mediante la variante de Peguerillas.

El nuevo complejo residencial, comprendido entre las calles Marismas del Tinto, Puntal de la Marina, Marismas del Odiel y el Paseo Marítimo, está formado por viviendas unifamiliares.

La remodelación urbanística comenzó en la barriada por el espacio que linda con la carretera de la Cinta. Allí se construyeron 106 viviendas unifamiliares para acoger a los vecinos de Cardeñas, dentro del programa denominado Casa por casa. La primera piedra de las 106 viviendas se colocó en septiembre de 2005 y los vecinos pudieron acceder a las nuevas casas en 2009.

El proceso de consolidación del suelo no fue fácil ya que el terreno es malo geotécnicamente. Había 1,50 metros de relleno, que no era homogéneo (había toda clase de materiales) y hubo que sustituirlo por tierra seleccionada. Aparte se elevó dos metros más, mientras que en la parte inferior se colocó una capa de piedras y tubos de drenaje. Hubo que esperar varios meses a que se asentara el terreno para poder proceder a la edificación.

Los antiguos vecinos, los que contribuyeron a la creación del barrio, eran personas procedentes de distintos puntos de la provincia onubense, que construyeron sus propias casas en lo que consideraron que era ‘tierra de nadie’, aunque era propiedad de Costas.

Hasta finales de la década de los ochenta del pasado siglo no contó la barriada con una asociación vecinal. Las Salinas fue fundada por mujeres con el objetivo de reivindicar servicios básicos para el barrio, que por aquel entonces carecía de todo. Se fueron consiguiendo los servicios básicos así como una sede social, que también tiene la nueva barriada, que carece de todo tipo de dotaciones.

El único lugar de esparcimiento se encuentra entre la calle Marismas del Tinto y el Paseo Marítimo, un parque con una superficie de casi 1.000 metros cuadrados con circuito biosaludable, juegos infantiles y áreas verdes con olivos, moreras y plantas arbustivas.