Los Caballeros de San Sebastián de Huelva
Fiestas Patronales de Huelva
El debate sobre la necesidad de una hermandad propia para el culto al Patrón de Huelva encuentra una interesante referencia histórica en los archivos de la parroquia de San Pedro

Cercanos a estas fechas invernales de mediados de enero, resurge el debate de la necesidad de una hermandad propia para rendir culto a nuestro patrón san Sebastián. Y si el tema vuelve a la palestra cada año, quizás sea síntoma de que el asunto no esté tan plenamente cerrado como parece.
Actualmente debemos “agradecer” a la Hermandad de los Estudiantes el plausible esfuerzo que realiza para mantener en vigor el culto y la devoción al santo patrón. De hecho, en sus Reglas ha sido incorporado como un titular más de la hermandad. También debemos indicar que en otros tiempos fueron otras hermandades las que asumieron esta función organizadora de las fiestas del santo como la Hermandad de Los Mutilados o desde la parroquia Mayor de San Pedro.
Pero nos preguntamos si siempre fue así, ¿o la devoción al patrón llegó a tener hermandad propia?
En este artículo nos vamos a centrar en desgranar un documento existente en el archivo parroquial de San Pedro que nos muestra las Reglas de una Hermandad de San Sebastián, tal como nos indica en su primer artículo:
“Esta Hermandad se propone como fin el rendir honor y Culto al Santo Patrono de la Ciudad de Huelva, San Sebastián, mártir”.
Por desgracia, este documento no aparece fechado pero todo hace indicar que se remontaría a la segunda parte del pasado siglo, según desprendemos de algunos datos que aparecen en el apéndice:
“Las limosnas correspondientes a sus cuotas se destinarán con preferencia a los cultos consignados en estos Estatutos y a la xompra de objetos para su Capilla o Iglesia cuando la tenga reconstruida”.

Conocemos que en 1931 el Ayuntamiento decide derribar la antigua ermita donde se ubicaba el santo, con el propósito de realizar una nueva edificación, pero la llegada de malos tiempos para este tipo de proyectos municipales, como supuso la llegada de la República y más tarde el saqueo, incendio y destrucción de la mayoría de los templos de la ciudad durante los comienzos de la Guerra Civil, provocaron que el proyecto de reconstruir la capilla para el santo dejara de ser una prioridad. De este modo, la imagen procesional del santo quedó depositada de forma provisional en el depósito de cadáveres del antiguo cementerio a la espera de una solución definitiva.
También conocemos que tanto el alcalde de la ciudad, el prelado de la diócesis y el jefe del Estado Español serían nombrados Hermanos Honorarios. Así que la hermandad debió ser fundada después de la creación de la Diócesis (1954) y antes de la colocación de la primera piedra de la Iglesia de San Sebastián (1958).
La nueva hermandad tenía previsto trasladar la imagen del santo a la Iglesia de San Pedro dos semanas antes de su festividad. La idea era que durante el traslado pasase primeramente por la puerta del Ayuntamiento para bendecir al pueblo de Huelva y después se recogiera en la Parroquia Mayor de San Pedro. Allí se celebraría un Triduo en los días anteriores al 20 de enero, día en que se oficiaría la Función Principal y posterior procesión de regreso a su “ermita”. Debemos destacar que en las citadas Reglas también se abría la posibilidad de la participación de la imagen de san Sebastián en la procesión del Corpus.
Pero lo realmente llamativo y anecdótico de esta hermandad sería la presencia de los denominados “Caballeros de San Sebastián”. Este grupo de hermanos estaría formado por los miembros de la Junta de Gobierno de la hermandad, la Corporación municipal de Huelva y los “que sean merecedores por especial protección a nuestra ciudad”.
El hábito de la hermandad que debía de usarse en las procesiones donde acudiera corporativamente la hermandad, consistiría en “traje seglar negro con calzado del mismo color y capa de raso roja sujeta al cuello con cinta de dos centímetros de ancho con los colores de la bandera española, y sobre la parte izquierda y hacia el hombro un rectángulo con la bandera de Huelva y en su centro el escudo de la Hermandad, todo del mismo tejido; guantes blancos”.
¿Se llegaría, finalmente, a poner en práctica este curioso hábito de los caballeros de san Sebastián? No tenemos más noticias del tema, pero seguiremos investigando…
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