Huelva

CEUS: estratégico para España, esencial para Andalucía

  • La puesta en marcha del CEUS ha de constituir una actuación prioritaria, una cuestión de Estado

  • El mercado de drones se valora actualmente en unos 18.000 millones de dólares

Un dron en su pista de pruebas.

Un dron en su pista de pruebas. / M. G. (Huelva)

La ciencia, la innovación y el conocimiento continúan reforzándose como los pilares sobre los que se construyen las sociedades más avanzadas. Los países, las empresas, las organizaciones que decididamente han apostado por la I+D+i conforman el grupo de instituciones que más rápidamente avanzan hacia un crecimiento social y económico sostenido y sostenible. Aquellas que más rápidamente reducen sus tasas de desigualdad.

Dentro de la prioridad que supone apostar por la ciencia, la innovación, y, en suma, el progreso, Andalucía identificó desde bien temprano que el futuro del sector aeroespacial pasaba por el desarrollo de la tecnología de los vehículos aéreos no tripulados. La región andaluza es una indiscutible potencia europea en la industria aeroespacial, tanto por sus empresas como por sus equipos de investigación y aspira a mantener este liderazgo.

El mercado de drones se valora actualmente en unos 18.000 millones de dólares y se proyecta que alcance los 54.000 millones en 2025, con una tasa de crecimiento anual superior al 14%. La Comisión Europea calcula que en un par de décadas el mercado de las aeronaves no tripuladas dará empleo a más de 100.000 personas en el continente.

Hace ya una década, en 2011, la Junta de Andalucía y el entonces Ministerio de Ciencia e Innovación firmaron un primer convenio de colaboración para desarrollar un centro de experimentación de este tipo de vehículos bajo la denominación de Centro de Ensayos para Sistemas no Tripulados (CEUS). Estaría ligado al Centro de Experimentación de El Arenosillo CEDEA, del INTA, situado en Moguer. Poco, sin embargo, se avanzó los siguientes años y el proyecto quedó en una incomprensible situación de hibernación.

La sociedad onubense entendió desde el primer minuto esta iniciativa como una ilusionante idea de ciencia transformadora, aquella que asocia la investigación y el emprendimiento para conseguir el avance de los territorios donde se asienta. Comparto esta visión y, por ello, me comprometí con el futuro del CEUS y de Huelva desde el momento que asumí la responsabilidad de consejero del Gobierno de Andalucía. Frente al derrotismo, con situaciones incomprensibles como llegar a la caducidad de la Declaración de Impacto Ambiental en octubre de 2020, solo cabía más trabajo, más optimismo y la búsqueda de nuevos socios institucionales.

CEUS nace fruto de la colaboración entre instituciones, pero la gran protagonista del inicio de los trabajos que arrancaron ayer es la sociedad onubense. Esta siempre nos empujó como administradores a no rendirnos y a dar lo mejor de nosotros mismos.

Somos conscientes de que Huelva reclama promesas cumplidas. Hoy, por fin, el proyecto CEUS comienza a convertirse en una realidad. Solo desde el impulso conjunto de las administraciones, con la complicidad de las empresas y de los centros tecnológicos implicados, podremos desarrollar el verdadero potencial de una tierra, Huelva, que ansía demostrar internacionalmente que puede y quiere hacer de este centro un motor de la nueva economía basada en el conocimiento.

La puesta en marcha del CEUS ha de constituir una actuación prioritaria, una cuestión de Estado, ya que permitirá a Andalucía ocupar un lugar protagonista en la fase de ensayos y certificación de los grandes programas aeroespaciales europeos. Servirá, además, de reclamo para la captación de nuevas inversiones del sector en la provincia de Huelva, para la implantación de nuevos centros de investigación, de programas de transferencia de conocimiento con la Universidad. Y todo ello en un periodo de recuperación económica en la que la innovación, la ciencia y la tecnología están llamados a ser un verdadero motor para el crecimiento.

Con CEUS, España, gracias al desarrollo del sector en Andalucía, se podrá situar en posición de liderazgo en el desarrollo de tecnologías para vehículos no tripulados. Por fin hemos pasado de las palabras a los hechos. Hemos tomado conciencia real del valor de contar con un espacio tecnológico de primer orden internacional. Es tiempo de avanzar juntos en una única dirección.

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