Botero en la ría de Huelva

A sus 79 años reconoce sin tapujos que se jubiló "para no hacer nada" y lo ha cumplido a rajatabla este hombre que fue botero en la ría de Huelva y que acabó sus años de trabajo como chófer en la Compañía de Minas de Tharsis.

José Zamorano Zabala (Corrales 1931) estudió lo justito; lo que se podía en aquellos años de miseria. A los 13 años era, como el resto de su quinta, carne de trabajo y él comenzó en las canoas de Puritano y Hermenegildo haciendo el recorrido Huelva-El Puntal. A los 17 años se marchó a hacer la mili en San Fernando, hasta que alguien se acordó de él y lo destinaron a Huelva.

Desde entonces y hasta su jubilación anticipada -a causa de un accidente de tráfico- José cumplió en Tharsis. Su padre "con buena visión" le recomendó que dejara el bote y entrara en la Compañía "donde ganaba menos pero era para toda la vida", asegura José sin titubear. Eran 3.000 pesetas la mensualidad.

La andadura la inició con los tractores y al poco tiempo, por necesidades de la empresa, José regresó a la ría como encargado de la barca de los jefes para, más tarde, hacerse cargo del Land Rover, con el que se recorrería gran parte de la zona haciendo los recados y llevando personas y cosas de un lado a otro. Hasta que un golpe, un mal golpe, lo llevó a la jubilación, de la que no se arrepiente y de la que asegura que lo hizo para "no trabajar en nada más. Ya había trabajado bastante". Tanto que con su jubilación cerró también el puesto de frutas que tenía en el mercado de Corrales. Se retiró.

Hoy, José es una persona afable, cariñosa y con una cabeza perfectamente amueblada, con la que recuerda anécdotas y vivencias de su época de trabajo.

No es, siendo de Corrales, cazador pero si es amigo de sus amigos y gran seguidor del Barcelona como buen aficionado al fútbol, deporte que sigue ahora desde la televisión.

Desde su privilegiada atalaya que le dan los años, José cree que el desarrollo de Corrales es bueno para todos. "Lo ha cambiado todo, pero para mejor", aunque piensa que habría que haber hecho algunas cosas de otra manera. Aun así, se mantiene en la barrera, porque para él la vida hay que vivirla tranquila, como viene.