El Hospital Blanca Paloma ha cesado su actividad. El cese del concierto que mantenía con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha demostrado con el tiempo ser una circunstancia de suficiente fuerza como para que este centro asistencial no pueda mantener su actividad. El Servicio Andaluz de Salud dio por concluido ese concierto en octubre de 2015. A partir de ahí, la actividad cayó en picado y con ello, el número de trabajadores necesarios.

Según fuentes del comité de empresa, la plantilla tiene la posibilidad de mantener su trabajo en el Hospital Virgen de la Bella, de Lepe que pertenece a la misma empresa que el centro sanitario de La Orden. La actividad asistencial quedó por concluida el pasado lunes con el cierre de Urgencias. El Blanca Paloma mantiene tan solo en la actualidad, algunas consultas privadas.

El Blanca Paloma realizó su actividad durante más de dos décadas en colaboración con el Servicio Andaluz de Salud. A partir de 2014, la Junta mostró un cambio de actitud que se tradujo en una reducción de los pacientes que eran enviados hasta el centro de La Orden. Todo ello dio como resultado una serie de movilizaciones protagonizadas por la plantilla que se desarrollaron tanto en Huelva como en Sevilla.

En octubre de 2015 se cumplieron los peores presagios y el Blanca Paloma cesó todo tipo de relación con el SAS. Eso supuso una caída notable del personal que hasta ese momento había realizado allí sus tareas asistenciales. En tan solo un año, el personal se redujo en un 63% de los 240 trabajadores que el hospital llegó a tener.

Hasta que se cortó el trasvase de actividad desde el SAS hasta el Blanca Paloma, este hospital venía realizando 2.000 ingresos de cuidados paliativos, 19.500 consultas externas, 20.000 pruebas diagnósticas y 7.000 sesiones de rehabilitación. Aparte de los cuidados paliativos, ha prestado servicio en consultas de distintas especialidades como Dermatología, Urología o Planificación Familiar (implante del DIU), así como algunas intervenciones de cirugía menor.

El Hospital Blanca Paloma ha sido además, un recurso asistencial con el que contaba el SAS, en la provincia, para aliviar las listas de espera en intervenciones quirúrgicas.