El Barrio Obrero se cerrará al tráfico salvo para residentes y emergencias
Se eliminarán unas 250 plazas de aparcamiento no vinculadas al vecindario Junta y Ayuntamiento se reúnen el día 31 para concretar el calendario de esta propuesta municipal
Cuestión de justicia patrimonial: las Administraciones ponen los focos en el legado británico de Huelva, para que el residencial que levantaron los ingleses en el Cerro de San Cristóbal recobre su esplendor como ciudad-jardín.
Así se concibió en su origen el Barrio Obrero o Barrio Reina Victoria cuando fue construido entre 1919 y 1929 para alojar a los trabajadores de la Riotinto Company Limited, una herencia única en Andalucía que las décadas fueron desvirtuando con reformas particulares, el colapso de coches aparcados y la degradación de espacios comunes y zonas verdes, a pesar de que ya en los años setenta surgió la conciencia de preservación de este patrimonio.
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2002 en categoría de Conjunto Histórico por la Junta de Andalucía, el Barrio Obrero se convierte ahora en noticia por ser uno de los espacios seleccionados y financiados con cargo al programa autonómico La Ciudad Amable.
Calificando esta intervención como de "interés alto" dentro del ranking técnico de la Consejería de Fomento y Vivienda, el Gobierno andaluz ha dado luz verde a la propuesta presentada por el Ayuntamiento de la capital para "reafirmar" el barrio como "isla ambiental" dentro del casco urbano, enfilando los objetivos del programa La Ciudad Amable al propiciar una utilización del espacio público orientada al encuentro ciudadano, restando espacio al tráfico rodado y ganándolo para el peatón.
Así, se restringirá el tráfico rodado dentro del ámbito del Conjunto Histórico, de modo que la circulación de vehículos se limite a residentes y servicios de urgencia, con especial atención a la tercera edad y los problemas de accesibilidad. Se trata de disminuir el deterioro de los elementos constructivos del entorno BIC, además de combatir la contaminación visual que empaña el realce de esta arquitectura, persiguiendo su "potenciación turística y ambiental". Se buscará que los espacios libres del barrio reviertan en los ciudadanos para su uso peatonal, restringiendo espacios de aparcamiento no vinculados a los residentes, lo que se traducirá en la eliminación de unas 250 plazas de estacionamiento.
La intervención incluye la instalación de pilonas retráctiles conectadas a la Central del Área de Movilidad del Ayuntamiento de Huelva; la señalización para la restricción de acceso y velocidad de los vehículos; la implantación de una zona interior ciclable (previendo la interconexión con la futura red de carril bici) y la reposición de jardinería y arbolado. Para implementar esta idea se destinará un presupuesto de 107.730 euros (del que el Consistorio pondrá el 60% y la Junta el 40%) para ejecutar este año lo que todavía es una propuesta que, según informaron a este periódico desde la Delegación Territorial de Fomento y Vivienda, será concretada en un proyecto en la reunión técnica prevista para el próximo 31 de marzo.
El plazo para desarrollarla actuación se ha establecido en principio en dos meses (uno para la redacción del proyecto y otro para su ejecución), aunque la programación exacta y su duración se definirá en la citada reunión técnica.
La delegada territorial de Fomento, María Villaverde, destaca la importancia que está teniendo en este proceso no sólo la colaboración institucional, sino también la participación ciudadana, a través de la Asociación de Vecinos Santa Bárbara. No en vano, el colectivo lleva años demandando la regulación y reordenación del tráfico rodado en el interior del barrio, tanto por motivos de conservación patrimonial como de seguridad.
Además, y con el objetivo de "poner en valor el patrimonio para su potenciación turística", se propone la celebración de unas Jornadas de Puertas abiertas en coordinación con el Área de Turismo del Ayuntamiento y la colocación de "muppies turísticos (carteles en soporte publicitario para la promoción y difusión del patrimonio histórico). En la propuesta municipal, los espacios libres del Barrio Obrero se han clasificado en cuatro categorías: 1. La explanada existente en el acceso principal; 2. El talud perimetral que recorre, con distintas pendientes, la avenida Guatemala y su enlace con la avenida Federico Molina; 3. Dos espacios triangulares en la avenida Federico Molina, dotados con jardinería y mobiliario urbano; y 4. Una zona libre situada en la calle A y delimitada por los edificios que conforman el remate noreste del barrio.
En la ficha técnica de la actuación, se define el estado actual del barrio como "regular", si bien se acredita que se cumple la normativa actual en materia de accesibilidad.
En cuanto a la propuesta de mantenimiento, consta en la ficha que el Ayuntamiento ya es responsable de los espacios públicos y viarios involucrados. "La propuesta supondrá una menor carga de mantenimiento -argumentan los técnicos- al eliminarse agentes deteriorantes del conjunto (vehículos rodados)".
El Barrio Obrero, donde vive un millar de personas, ocupa una superficie de 8,25 hectáreas y alberga 274 viviendas en 88 edificios de tipología unifamiliar agrupada. Está delimitado por un murete que recorre su perímetro, situado sobre una plataforma de hasta 10 metros de desnivel con alguna de las calles que la rodean. Su planeamiento urbanístico está configurado por calles ortogonales intersectadas en plazas ovaladas.
La "isla ambiental" del Barrio Obrero es una de las siete actuaciones que el Gobierno andaluz ha seleccionado dentro del programa de La Ciudad Amable para la provincia de Huelva. En esta criba han entrado también la adaptación de viales singulares para el tránsito peatonal (Nerva); la transformación del Puente Sifón en un espacio público lineal (Huelva-Aljaraque); la intervención en la secuencia urbana Doctor Martín Mora y Doctor Fleming (Tharsis); la adecuación urbana de la Plaza Antonio Domínguez (Valdelarco); el sendero verde camino de la playa (La Redondela); y la vía multimodal Playa de la Bota (Punta Umbría). Proyectos que supondrán un coste global de 1,2 millones.
En estas coordenadas, uno de los objetivos que la Consejería de Fomento y Vivienda ha fijado para la presente legislatura es "la acción y reflexión sobre el espacio público considerado no en función de su mero aprovechamiento urbanístico en un contexto de tensión especulativa sobre el suelo y la vivienda, sino entendiéndolo como patio colectivo y lugar de encuentro abierto a la creatividad, a la participación y a la integración, con calidad ambiental y saludable, que configure el mejor entorno posible para la movilidad".
La Consejería que dirige Elena Cortés está desplegando una amplia agenda de actuaciones centrada en este cambio de mentalidad y un nuevo modelo de intervención urbana tras décadas de "construcción desaforada". Es por ello que, como explican desde la Junta, La Ciudad Amable se concibe como "un programa asentado en el aprendizaje de las lecciones de la crisis".
Uno de los puntos de partida es lanzar una mirada crítica a los espacios públicos para promover intervenciones que, sin suponer un coste excesivo, mejoren sustancialmente la configuración de las ciudades y pueblos.
Tras la fase formativa y los foros, un total de 204 municipios han presentado proyectos a este programa, de los que la Junta de Andalucía ha hecho una selección de 52 actuaciones que suman un presupuesto global de 11,11 millones de euros.
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