Huelva

El Ayuntamiento supervisa un proyecto para rehabilitar El Comercial como bar

  • Solicitan licencia para adaptar los bajos comerciales a local de hostelería con música y cocina

Nació, literalmente, con el discreto encanto de la burguesía. Con Huelva entrando en los años veinte, desperezándose y alzando en la calle Sagasta una de las fachadas más bellas que han perdurado en el Casco Histórico onubense.

Con trazas regionalistas y detalles de inspiración mudéjar, el que fuera Centro de Instrucción Comercial y Casino fue concebido por Pérez Carasa en 1921 con una fachada colorista y ecléctica que supuso un impacto en la Huelva de la época. Emblema de las reuniones de la alta sociedad en torno al comercio, bailes, tertulias, balcón de saetas en el Viernes Santo y efervescente centro cultural -acogió incluso la capilla ardiente de Manolito Báez Litri-, el edificio lleva cerca de un año gestando ahora su resurrección para recobrar todo su esplendor en el entorno de la Placeta, en la actual calle Jesús Nazareno.

El Ayuntamiento de Huelva supervisa actualmente el proyecto de una empresa para adaptar los bajos comerciales de este inmueble y rehabilitarlo como bar con música y cocina, según informaron ayer a este periódico desde la Concejalía de Desarrollo Urbano, que dirige Francisco Moro.

La concesión de la licencia de obras, que la entidad promotora solicitó en octubre, se encuentra a expensas de que se resuelvan unos requerimientos que hizo el Ayuntamiento a los promotores, fundamentalmente permisos relacionados con las obligatorias medidas de protección contra la contaminación acústica. "Estamos pendientes de que nos entreguen los informes favorables en este sentido", apuntaron desde el Consistorio.

En lo que atañe al plano estético y estructural, al tratarse de una construcción protegida por su valor patrimonial y, por ende, inscrita en el Catálogo de Edificios Históricos del Consistorio, la Administración local revisa con especial cautela todos los detalles para que la intervención salvaguarde el diseño original de José María Pérez Carasa.

El llamado Centro de Instrucción Comercial (Sociedad Cultural y Recreativa), fue inaugurado el 1 de enero de 1923 en un acto multitudinario que supuso un gran acontecimiento en la ciudad. Se trata de un edificio de dos plantas con fachada a dos vías, la actual Jesús Nazareno y la calle Béjar. En su composición se encuentran reminiscencias del regionalismo del arquitecto Aníbal González, evocando las alas del pabellón mudéjar de la sevillana Plaza de América.

No es la primera vez que el antiguo casino se somete a una importante restauración. La empresa Godosa adquirió la propiedad del inmueble a mediados de los noventa, después de que en los ochenta empezara a decaer la actividad del edificio con la merma en el número de socios del Comercial. Fue en 1999 cuando culminó la rehabilitación impulsada por esta empresa, que supuso una ampliación del edificio. Los propietarios instalaron sus oficinas en la parte superior y los bajos comerciales fueron ocupados por una entidad bancaria que en los últimos tiempos -con los procesos de fusión de las cajas- ha ido concentrando su red de sucursales en la ciudad.

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