Nuevo avance en la transformación del Molino de la Vega. El Ayuntamiento de Huelva ha cerrado la enajenación de dos parcelas de titularidad municipal en una de las manzanas de la actual trasera de la barriada, que pasará a ser su gran fachada hacia la ría. Estos espacios serán aprovechados como aparcamiento subterráneo para el primer bloque de viviendas proyectado en la zona, entre la avenida Molino de la Vega y la calle Trigueros. 

Días atrás se firmaron las escrituras por las que la sociedad inmobiliaria Grupo Istmo de Negocios y Sistemas Financieros en Andalucía ha adquirido dos parcelas municipales de subsuelo, con 603 y 583 metros cuadrados, para aparcamiento subterráneo.

Este uso estará asociado al residencial de 55 viviendas que se va a empezar a construir en breve en el número 52 de la calle Trigueros, en parte de la Unidad de Ejecución 25.5 del Plan Especial de Barriadas del Molino, del Plan General de Ordenación Urbana.

Ésta es una de las cinco grandes manzanas que forman la antigua zona industrial de la barriada, llamada ahora a transformar y modernizar la imagen de toda la zona. El propio alcalde, Gabriel Cruz, de hecho, asegura que “esta actuación tendrá un importante impacto en la renovación urbana” del barrio del Molino.

La promotora de las viviendas tendrá que hacerse cargo de la urbanización de la manzana, en paralelo a la construcción de las viviendas y de sus aparcamientos subterráneos en la citadas parcelas. Fuentes de la empresa apuntan a que en menos de dos meses podrían tener vía libre para el inicio de las obras, con la correspondiente licencia municipal. Se empezaría así a ejecutar la transformación de esta nueva fachada del barrio a la avenida Molino de la Vega, frente al parque comercial.

En dos meses podrían empezar las obras del residencial y la urbanización de la zona

El planeamiento urbanístico actual contempla desarrollos residenciales en la Unidad de Ejecución 25 que se vieron frenados desde la crisis de 2008 y que ahora están siendo objeto de una reflexión en pleno proceso de revisión del PGOU, según apuntan fuentes municipales.

El nuevo documento en elaboración, avanzan, apunta a que el Molino de la Vega se abra más allá del Polígono Pesquero Norte, planteando también puntos de remodelación y apertura en la zona de las naves industriales. Cruz asegura, en este sentido, que “en el contexto de la anhelada integración entre la ciudad y la ría, éste es uno de los frentes urbanos que a medio plazo pueden ser referentes”.

Fue en el mes de octubre pasado cuando el Pleno aprobó el estudio de detalle que determina las condiciones urbanísticas para desarrollar la UE 25.5, delimitada por la avenida del Molino y las calles Trigueros y Fuenteheridos, con una primera promoción de viviendas.

Plano de la Unidad de Ejecución 25 del Plan Especial de Barriadas, con sus seis subunidades.

El documento urbanístico aprobado propone las nuevas alineaciones interiores de la manzana, con una serie de especificaciones. Se propone ahora la ampliación de los vuelos de los balcones y terrazas, que podrán tener hasta un metro y medio, de forma que puedan tener protagonismo en las fachadas de los nuevos edificios.

Al mismo tiempo se acaba con la limitación previa para la longitud de los vuelos o balcones, teniendo en cuenta las proporciones de las manzanas y parcelas actuales. En este caso se establece que los 15 metros o dos tercios de la longitud total de la fachada de la edificación.

La Memoria del Estudio de Detalle justifica la modificación propuesta para que el nuevo frente de fachada sea acorde con la entidad de la avenida a la que se asoma, pero también a la demanda actual de mayores espacios al aire libre en las viviendas, a raíz de la crisis sanitaria por la covid-19.

La fachada de la nueva construcción se abrirá a la ría y al Paraje Natural Marismas del Odiel, dado que las construcciones comerciales e induatriales que se encuentran al otro lado de la avenida son de poca elevación.

Además, se propone también la modificación de la alineación interior del patio interior de manzana de esta nueva edificación.

El PGOU actual recogía el cambio del suelo en la zona, de industrial a residencial, y posteriormente el Plan Especial de Barriadas, aprobado en 2003, proponía un nuevo frente residencial con unidades de ejecución en altura y una zona verde lineal de uso público paralela a la avenida. Ésta, además, quedó asegurada con las ordenanzas de la Unidad de Ejecución 25. Ahora, el Ayuntamiento pretende que en la revisión del PGOU se refuerce la unión y permeabilidad del Molino con la superficie comercial existente y la zona de dominio público portuario.